Alianza por la Solidaridad Proyecto solidario en Angola

Angola: desde 1999 defendiendo los derechos globales de las personas

Este barrio, a 9 kilómetros de la capital requería de una reestructuración urbana integral en el que participaran los habitantes del barrio y que diera respuesta a sus demandas prioritarias: un catastro en el que se definieran los espacios libres que no podían ocuparse, el acceso al abastecimiento de agua y saneamiento, la mejora de las infraestructuras educativas y sociales, y la promoción de actividades económicas en el barrio.

La realización del catastro se convirtió en herramienta para garantizar y defender el derecho de la población a una vivienda digna y reducir los desalojos forzosos en el barrio. Actualmente, el 65% de la población cuenta con su ficha catastral y las instituciones públicas conocen lo que realmente ocurría en Damba María, de manera que ahora deben cumplir con sus obligaciones. Además del catastro, realizamos talleres para que la población conociera sus derechos ante un desalojo forzoso, la importancia de legalizar sus parcelas y de vivir en un barrio ordenado, con viales y espacios públicos comunes. La participación de la población fue muy activa, al acabar el convenio se había formado el “Grupo Comunitario de Damba María” para defender sus derechos, que consiguió, por ejemplo, que la empresa de basuras colocara contenedores en el barrio.

Derecho global a un medioambiente sano y saludable

Al inicio del proyecto el barrio estaba en muy malas condiciones higiénicas, debido a la basura y la defecación al aire libre. Ante esta situación Alianza por la Solidaridad implementó el programa “Saneamiento Total Liderado por la comunidad” que incluía talleres de sensibilización para concienciar a la población de que, de manera autónoma y poco a poco, las familias vayan construyendo sus letrinas. También formamos a 20 albañiles sanitarios para que pudieran dar apoyo técnico a la población que quisiera construirlas. El resultado es que 11 de los 20 sectores en los que se divide el barrio (el 55% de la población), había firmado un escrito de compromiso de no defecar al aire libre. Para garantizar el derecho al agua, el Gobierno Provincial instaló fuentes públicas de agua en el barrio.

Derecho global a un desarrollo local sostenible

Tras la intervención en agua y saneamiento, comenzamos a rehabilitar las infraestructuras educativas y sociales, así ampliamos dos de las tres escuelas, de manera que 350 niños de primaria dejaron de estudiar debajo de los árboles y 700 alumnos de secundaria contaron con su primera escuela en funcionamiento en el barrio.
La construcción de un Centro Comunitario, dinamizador del barrio, ha sido prioritario para dotar de alternativas tanto formativas como de ocio a los y las jóvenes del barrio, que hasta ahora tenían que desplazarse a otras ciudades cercanas, teniendo que pagar el transporte. 300 jóvenes han participado en las formaciones profesionales de electricidad, informática y secretariado, y en total, 375 personas más alfabetizadas.

Por último, el programa de microcréditos liderado por la asociación comunitaria Tulikoleli ha tenido gran éxito, con un fondo que sigue en marcha y que hasta la fecha ha tenido un 100% de reembolso de los 128 microcréditos dados hasta el momento.

¿Cómo defendemos los derechos globales de la población?

Aunque debido a la crisis económica y la falta de subvenciones hemos tenido que dejar de trabajar en Angola, todavía continuamos defendiendo y trabajando por los derechos globales de las personas a través de alianzas solidarias para garantizar un desarrollo local sostenible. Pincha aquí para conocer nuestro trabajo.

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