Mujeres bolivianas, tejiendo alpaca… y tejiendo derechos

María Pati tiene varias caras que son el reflejo de su lucha por salir adelante. María es cabeza de su familia, de cinco hijos, líder de su comunidad y, además, una artesana que ha logrado ganarse la vida gracias a que un día decidió matricularse en Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI), una organización local que trabaja con Alianza por la Solidaridad en Bolivia.

Durante mucho tiempo, María vendió pescado empujando un coche ambulante en las calles de la ciudad en Cochabamba. No conocía sus derechos como mujer, pero era el único pilar que mantenía a su familia. Su primer encuentro con esos derechos fue precisamente en las del IFFI, lugar que le abrió a un mundo que desconocía hasta ese momento.

Hoy, María  tiene una microempresa textil  en la que se fabrican prendas de vestir hechas con lana de alpaca, que tanta demanda tiene tanto dentro como fuera de su país.  Y no está sola. Trabaja junto a 20 mujeres que son parte de una red de emprendedoras, muchas de ellas, como María, madres solteras que buscan su independencia y, además, forma parte de la Red de Mujeres emprendedoras, que reúne a muchas otras como ella a nivel nacional.

Este es uno de los negocios de emprendedoras que son apoyados por Alianza por la Solidaridad con los que cada día más bolivianas  logran mayor autonomía e igualdad económica, política y social en áreas rurales y en los alrededores de las ciudades.

Y es que en Bolivia, de acuerdo al último informe de avance de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, el 21,6% de la población vive en extrema pobreza, siendo la indígena y la que habita en  zonas rurales las más afectada. Esa pobreza y la precariedad del empleo afectan en mayor medida a las mujeres, que reciben ingresos hasta 29 % menores que los de los hombres en las zonas rurales.

El proyecto que sigue Alianza, con fondos de la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional al Desarrollo y la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo, junto al IFFI, llegará a más mujeres que, como María, necesitan apoyo en formación técnica textil, artesanía y alimentación, además de formación en derechos de las mujeres. Es el camino para que crezca su liderazgo en sus comunidades.

María Pati sueña ya con exportar sus productos a otros mercados, como el alemán, donde hay demanda de artesanía de alpaca, y tiene ya el proyecto de  formarse en el diseño de nuevas prendas y participar en ferias dentro y fuera del país. El apoyo a mujeres como ella en Bolivia, es un empujón por el que Alianza por la Solidaridad apuesta para lograr su autonomía económica, y con ella independencia vital.

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