…y al fin en África

Como estudiante de antropología siempre he tenido la constante necesidad de conocer otras culturas. En esta ocasión tuve la oportunidad de viajar nada más y nada menos que a África, un continente lleno de riqueza y diversidad. Antes de que me diera cuenta, estaba aterrizando junto a mis compañeros en Dakar, Senegal. Allí fuimos acogidos por DIADEM, una asociación que trabaja en temas relacionados con las migraciones y la diáspora. Badara y Madame Ndiaye nos dieron la bienvenida, y junto a nuestros compañeros senegaleses que realizaban sus prácticas, nos hicieron un hueco en su oficina. Con ellos pudimos intercambiar sobre nuestros estudios y trabajos, pero también muy buenos momentos.

africa 2A través de las personas que conocimos gracias a esta asociación fuimos descubriendo experiencias e historias muy significativas, no solo para nuestros trabajos, sino para aprender sobre la cultura africana y desaprender lo que los medios de comunicación nos están mostrado.

Mi trabajo tenía como objetivo conocer cómo se gestionan los procesos de embarazo y parto en los centros sanitarios públicos, a raíz de esta investigación pude conocer a mujeres fuertes, organizadas, con iniciativa, luchadoras… ¿Por qué puedo afirmarlo? Porque a partir de las reuniones, entrevistas, conversaciones y observación constante que mantuvimos con ellas, comprobamos como tomaban las riendas de la mayor parte de las actividades a nivel local.

No podré olvidar a Magat, una mujer residente en Saint Louis, que nos contó cómo, junto a centena de mujeres, colaboraban en sus barrios para cultivar, establecer un sistema de ahorro común (tontine) u organizar un comedor una vez a la semana para los niños. Esta es una entre muchas historias cuyas protagonistas son mujeres en acción. Su historia forma parte de muchas otras cuestiones que aprendí en el viaje, como por ejemplo, cómo son las relaciones entre jóvenes y mayores, la tranquilidad pero al mismo tiempo caos de la ciudad… pero la que más se ha quedado conmigo han sido historias como las de Magat.

Invitaría a todos a vivir esta experiencia, viajar a África, a Senegal o a cualquier otro país. Es necesario conocer de dónde vienen las personas con las que convivimos en nuestra sociedad, cuando hablamos de población inmigrante de origen africano hablamos de un porcentaje importante de nuestra comunidad. Promover la cooperación Sur a Sur como hemos aprendido en el Curso Repensando África, además del apoyo y el aprendizaje mutuo, son aspectos fundamentales para tejer redes entre ambos «sures».

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