Hacia una mayor autonomía económica y personal de las mujeres bolivianas

Este mes de mayo hemos comenzado la formación técnica e integral a mujeres bolivianas en el municipio de Pucarani, dentro de un proyecto para promover sus capacidades y su autonomía para el ejercicio y protección de su derecho a una vida libre de violencia, financiado por la Junta de Castilla-La Mancha, y que se está desarrollando en los municipios de El Alto y Pucarani, del departamento de La Paz. El proyecto da la oportunidad a más de 100 mujeres de formarse en módulos de telares, pollerería (elaboración de polleras, faldas típicas andinas) y albañilería en los municipios de Pucarani y El Alto.

Corapata es una de las centrales agrarias que forman parte del municipio rural de Pucarani, donde asistimos a los talleres con las compañeras de la Confederación Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas Originarias de Bolivia-Bartolina Sisa. Más de 20 mujeres esperaban el comienzo del taller en telares, algunas de ellas con bebés a su cuidado; son más mujeres que las plazas que hemos podido ofrecer, pero ellas tienen tantas ganas de aprender que se ha corrido la voz y algunas van sólo a escuchar y ver, aunque no tengan una máquina para trabajar. El taller les va a permitir aprender o mejorar un oficio, con la posibilidad de acceder a un mercado que les posibilite un aumento de ingresos económicos en una zona pobre del altiplano donde las mujeres poseen algo de ganado (vacas y gallinas) y cultivan la papa y otros cereales, cuyos productos usan para consumo del hogar y algunos excedentes para venta en las ferias.

El taller en telares va a acompañado de un proceso de formación integral que mediante dinámicas muy participativas busca mejorar su autoestima, conocimiento de derechos humanos y leyes del Estado Plurinacional de Bolivia, capacidades de oratoria, liderazgo… en resumen, vivirán dos procesos de empoderamiento: uno personal y colectivo, y otro económico. Todas viven situaciones en que tienen que hacer valer sus decisiones, tanto en el ámbito familiar como en el público, ya que algunas son lideresas de sus comunidades y han sufrido o están en riesgo de sufrir violencia de varios tipos (en Bolivia, 7 de cada 10 mujeres han sufrido algún tipo de violencia pese al avance en leyes que se ha dado en los últimos años).

Como señala la CEPAL, la violencia contra las mujeres en América Latina y Caribe debe combatirse considerando los factores de desigualdad económica, social y cultural que existen en la sociedad. La dependencia económica de las mujeres respecto de sus maridos causa una negación e invisibilización de ellas mismas, de sus capacidades y de las posibilidades de generar sus propios recursos y ejercer liderazgos en su familia y su comunidad.

Con el proyecto que hemos iniciado gracias a la Junta de Castilla-La Mancha pretendemos romper esta dependencia económica y emocional, con el fin de que las mujeres puedan tomar decisiones sobre sus vidas, vivir libres de violencia y apoyar a otras mujeres en sus comunidades, involucrándose colectivamente en procesos de seguimiento y exigencia a las políticas y los presupuestos municipales para demandar el cumplimiento de sus derechos. Además, para sensibilizar a la población de las zonas de actuación realizaremos campañas de campañas de sensibilización y movilización sobre los derechos de las mujeres para la población, gracias al apoyo de radios y comunicadores comunitarios.

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