Agricultura Sostenible para combatir la desnutrición en Mauritania

Mauritania se encuentra en una encrucijada entre los desastres medioambientales y la inseguridad alimentaria. En Mauritania, ubicado en la región del Sahel, más del 80% del territorio está cubierto por el desierto. El territorio y las comunidades están sufriendo de manera exacerbada las consecuencias del cambio climático. Las sequías de los últimos años han incrementado la presión sobre los recursos, sobre el agua, el suelo fértil y la vegetación. En muchas ocasiones las técnicas agrícolas que emplean, a medio plazo, no hacen más que favorecer el mismo ciclo de la desertificación.

En la región del Gorgol, situada en el llamado triángulo del hambre, más de 100.000 personas padecen desnutrición.

Malika

Mujeres como Malika, están cambiando las cosas en Mauritania. Las mujeres trabajan juntas en huertos gestionados por las cooperativas de las que forman parte. El esfuerzo conjunto de estas cooperativas, no solo ha transformado tierras estériles, si no que también ha generado una fuente sostenible de alimentos diversificados. Además de contribuir a la seguridad alimentaria, esta iniciativa ha fortalecido los lazos comunitarios y ha empoderado a las mujeres al darles la oportunidad de generar ingresos y tomar el control de su economía. Así las mujeres son las verdaderas agentes de cambio en la lucha contra la adversidad.

Nuestro trabajo

Alianza por la Solidaridad es consciente de que a la mayoría de las economías de los países africanos, entre las que se encuentra Mauritania, se ven cada vez más afectadas por el cambio climático, Esto les impide avanzar en su objetivo de erradicación el hambre y la pobreza. 

Queremos contribuir a cambiar el estado de las cosas:

  • Promoviendo modelos sostenibles de producción a pequeña escala (ganadería, pesca y agricultura) con la recuperación de prácticas tradicionales, con técnicas de producción sostenibles para un mejor aprovechamiento del suelo y los cultivos.
  • Con la creación de bancos de semillas para minimizar la vulnerabilidad ante las sequías.
  • Fomentando el comercio agroecológico.
  • Empoderando a mujeres como Malika, conseguimos que las mujeres trabajen sus tierras, obtengan mejores cultivos y sean el verdadero motor del cambio.