Alerta en Mali por la violencia armada y la crisis climática
La situación que se vive en Mali por la violencia armada y la crisis climática es crítica, y podría empeorar si la actual Junta Militar se aferra al poder con la oposición de la comunidad internacional. En Alianza por la Solidaridad-Action Aid tenemos proyectos en Gao, al norte de Malí, destinados a las mujeres.
Alerta por la violencia armada y la crisis climática
En Alianza por la Solidaridad–ActionAid tenemos activo un proyecto de ayuda humanitaria en la región de Gao, en una de las zonas más afectadas por el conflicto armado con grupos yihadistas. Y hemos podido comprobar que la situación social, política y ambiental en Malí, en el Sahel africano, es cada día más complicada y el riesgo de una grave crisis humanitaria se acrecienta ante las dificultades para atender a una población que cada día se siente más abandonada.
Comenzamos este proyecto en el país el pasado mes de abril. Gracias al apoyo de la Generalitat de Valencia, el Cabildo de Gran Canaria y la Junta de Castilla la Mancha. Y seguirá en marcha todo el año, con especial énfasis en la protección de las mujeres y la defensa de sus derechos. Unos derechos que son vulnerados sistemáticamente con matrimonios tempranos, casos de mutilación genital y una violencia que va en aumento tanto dentro como fuera de los hogares. Además de un trabajo sobre los medios de vida de la zona y el impulso para la construcción de la paz.
“Estamos viviendo la desaparición total del Estado en muchas zonas a la vez que se produce el repliegue de las tropas internacionales, fundamentalmente francesas, de toda la zona. Las comunicaciones son muy complicadas. Es imposible viajar al terreno”, señala Oscar Revilla, coordinador en este país de Alianza-ActionAid.
Nuestro compañero destaca también la preocupación ante la postura que pueda tomar la Unión Europea si la actual Junta Militar en el Gobierno aplaza las elecciones y se suspende la ayuda humanitaria en un país que acumula una deuda externa de casi 6.500 millones de dólares y el 42% de la población está por debajo del índice de pobreza según el Banco Mundial.
Ataques y cortes de suministros
En estos momentos, todos los suministros desde la capital hacia las ciudades del norte llegan por avión o con convoyes militares. Pero los problemas se están trasladando a buena parte del país, dada la situación de inseguridad provocada por los últimos ataques yihadistas; uno de los últimos más cruentos ha sido el ocurrido en Bandiagara, en el conocido como País Dogón, por la etnia que habita la zona, que era de las más turísticas de Malí. Allí murieron mas de 30 civiles hace unas semanas. Tampoco la vía fluvial por el río Níger es ya segura.
La llegada de la milicia rusa de mercenarios, conocida como Grupo Wagner, contratada por la Junta para combatir el yihadismo, es vista con recelo por parte de la población. Mientras que otra parte considera que son la solución al conflicto. Paralelamente los extremistas islámicos siguen captando adeptos entre jóvenes sin ninguna alternativa de futuro. Les ofrecen un fusil y dinero a cambio de enrolarse en sus filas. Estos jóvenes son descendientes de pastores nómadas y pequeños agricultores, a los que las sequías, cuando no inundaciones por lluvias torrenciales, causadas por el cambio climático, les impiden seguir trabajando tierras, que no dan para sobrevivir.
Apoyo a mujeres y menores supervivientes de violencia de género
Junto a nuestra socia local GREFFA, una organización feminista con 20 años de historia en Gao, dirigida por Fatimata Touré apoyamos la atención a mujeres y menores supervivientes de violencia de género, que acuden a los centros de salud para recibir la prestación de servicios de respuesta a la violencia. En total, durante el año del proyecto se quiere atender a un mínimo de 210 personas. Además, a otras 200 familias se les proporcionará ayuda humanitaria de emergencia. Esta ayuda llegará en forma de cupones para compra de alimentos, transporte, ayudas para gastos médicos, equipamiento de higiene, etcétera.
Una parte importante del trabajo consiste en formar y sensibilizar al personal sanitario sobre procedimiento de atención y respuesta a la violencia de género. Para así poder mejorar la calidad de los servicios. También se trabaja con las y los líderes comunitarios tanto de Gao como de las comunidades aledañas sobre violencia de género. Además de apoyar las iniciativas locales para la construcción de la paz y la cohesión social.
El proyecto se realiza con personal local, si bien mantenemos abierta nuestra sede en Bamako, desde donde se centraliza el trabajo.
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