Gaza, ¿qué más se puede hacer?
¿Qué más podemos hacer en Gaza? En tan solo 30 días, los bombardeos israelíes han dejado más de 10.000 muertos, en su mayoría, civiles. Más que ningún otro conflicto reciente en un periodo de tiempo tan corto. Con el bloqueo y la entrada de camiones a cuentagotas, ya no es posible hacer mucho más. Por eso es necesario un alto al fuego inmediato respetado por todas las partes y un corredor humanitario seguro y sostenido que facilite la entrada de ayuda humanitaria suficiente y de manera continua. Es de vital importancia para que 2,2 millones de personas reciban ayuda. Además de para evitar que la situación en Cisjordania siga escalando.
Los suministros de alimentos y agua están al borde del agotamiento. Esto pone aún más en peligro las vidas de quienes han conseguido sobrevivir a un mes de intensos bombardeos en condiciones infrahumanas, llevando a la Franja de Gaza a una catástrofe humanitaria sin precedentes.
¿Qué más podemos hacer en Gaza?
Medio millón de personas del norte de Gaza se enfrentan a enfermedades infecciosas debido a la falta de higiene, agua y alimentación adecuada. En los próximos días, se agotarán los suministros vitales de alimentos en los mercados, mientras las enfermedades, los casos de deshidratación y desnutrición aumentan peligrosamente. La utilización del hambre como arma de guerra es una potencial violación del Derecho Internacional Humanitario y la negación de los derechos humanos a la población de la Franja, como lo son el castigo colectivo y la obstrucción del movimiento de personas a zonas seguras.
“Ya no podemos hacer nada más por ellos. Es necesaria una acción urgente inmediata: cada día que pasa sin alto el fuego acerca al abismo a millones de personas. Personas que viven bajo las bombas, hacinadas en refugios, heridas, enfermas y aterrorizadas”.
Incremento de la violencia en Cisjordania
En las últimas semanas, la tensión en Cisjordania se ha incrementado. Desde el 7 de octubre, OCHA ha registrado 208 ataques de colonos israelíes, procedentes de los asentamientos ilegales, contra población palestina. El número de muertos en Cisjordania supone más de un tercio de todas las víctimas mortales palestinas en Cisjordania en 2023, que ascienden a 394. Además, el ejército israelí ha herido a 2.340 personas palestinas, entre ellas al menos 248 menores y más de la mitad en el contexto de manifestaciones en solidaridad con Gaza.
Todo esto agrava la situación humanitaria en una Cisjordania donde la población cada vez está más aislada, con ciudades cerradas por bloques de cemento y el peligro de moverse por carretera. “Mucha gente no puede ir a trabajar. Cada vez es más difícil que entren bienes básicos del exterior. La inflación hace mella en muchas familias que dependen de sus trabajos en Israel o que han visto cancelados sus permisos para moverse, por lo que han perdido sus ingresos”.
A esto se añaden los ataques de los colonos, amparados por el ejército de Israel, agrediendo, asesinando y destruyendo casas y medios de vida.
“Estábamos recogiendo aceitunas cuando oímos tiros del otro lado de la montaña. Llamamos a los vecinos y nos dijeron que los colonos hirieron a un muchacho que estaba con su familia recogiendo aceitunas. Es el segundo en una semana. Quieren aterrorizar a la gente para que dejen su tierra y robársela”, cuenta uno de los testimonios recabados por Alianza-ActionAid.
Amenazas de los colonos con una nueva Nakba
Esta situación es la consecuencia de la violencia que ha estado viviendo Cisjordania desde hace años, exacerbada bajo el presente gobierno israelí. “Ya advertimos que era uno de los gobiernos más violentos, con la presencia de elementos extremistas y la normalización del discurso de extrema derecha frente a Palestina. El gobierno de Netanyahu ha impulsado el afianzamiento del sistema imperante de apartheid, medidas para anexar Cisjordania a Israel, el apoyo descarado al uso de violencia por parte de los colonos para aterrorizar a los palestinos y expropiar sus tierras con total impunidad, la persecución de organizaciones de la sociedad civil palestina y de organizaciones israelíes de derechos humanos, etc. Todo esto en completa ausencia de cualquier acción política o diplomática por parte de la comunidad internacional”.
El 27 de octubre, los residentes de Salfit, ciudad cerca de Nablus, encontraron folletos distribuidos en las calles que amenazan con una nueva Nakbah (catástrofe). Alude a 1948, cuando cientos de miles de palestinos fueron despojados de sus tierras y casas por milicias sionistas durante la primera guerra árabe-israelí, convirtiéndose en personas refugiadas. Los folletos dicen: “Esta es vuestra última oportunidad de huir a Jordania de forma organizada, porque os vamos a echar a la fuerza”.
“Esas amenazas llegan al mismo tiempo que el pueblo palestino en Gaza está sufriendo un ataque militar contra civiles sin protección alguna. Basta ver la impunidad de la que goza la ocupación israelí y la inhabilidad de la comunidad internacional para imponer un alto el fuego, para tomarse en serio estas amenazas”.
Del mismo modo, la violencia ejercida por Israel, unida al descrédito de las autoridades palestinas en Cisjordania, podría suponer el acercamiento a las posiciones de Hamas.