Que España, Irlanda y Noruega reconozcan el Estado de Palestina es un paso crucial hacia la justicia y la paz.

Reconocer la condición de Estado de Palestina no solo es una postura de principios, sino también una medida vital para rectificar las injusticias persistentes que enfrenta el pueblo palestino. Al afirmar la soberanía de Palestina, España ha demostrado hoy su compromiso con el respeto al Derecho Internacional y los derechos humanos al poner fecha al reconocimiento del Estado Palestino el próximo 28 de mayo. Tener su propio estado es, ante todo, un derecho del pueblo palestino. Un derecho reconocido por la comunidad internacional y consagrado en varias resoluciones de la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Reconocer a Palestina, una cuestión global

Este reconocimiento de la condición de Estado subraya la necesidad continua de consenso y apoyo global para reconocer el estado palestino. Actualmente, alrededor del 70 por ciento de los estados miembros de las Naciones Unidas reconocen la existencia de un estado palestino, pero este número incluye solo a un puñado de países en Europa y América del Norte.

Una violencia extrema en Gaza

Hacemos un llamado a otros estados miembros de la UE y a naciones de todo el mundo a seguir este ejemplo, fomentando la solidaridad colectiva en apoyo del reconocimiento de Palestina. Gaza está experimentando uno de los niveles de violencia más graves de la historia moderna, con una pérdida insoportable de vidas inocentes. La Corte Internacional de Justicia ha señalado claramente el riesgo de un posible genocidio y se está produciendo una hambruna provocada como consecuencia de la acción militar de Israel. Niños y niñas están muriendo de hambre y otros enfrentarán consecuencias de por vida debido a la desnutrición, la pérdida de sus familias y el trauma de una violencia brutal. Esta violencia ha sido perpetrada por el estado de Israel, armado y financiado por Estados Unidos y algunos países de la UE.

Una solución justa y duradera

Los palestinos y palestinas tienen el derecho de decidir libre y autónomamente tener su propio estado. No obstante, alcanzar una ‘solución’ justa y duradera requiere mucho más que la condición de estado para ambas partes. El reconocimiento también debe ir acompañado del establecimiento de mecanismos de rendición de cuentas para poner fin a la ocupación y prevenir las violaciones sistemáticas y continuas del derecho internacional durante décadas por parte del estado israelí contra el territorio palestino ocupado.

La población palestina necesita un alto el fuego inmediato y permanente más que cualquier otra cosa en este momento. Para ir más allá de gestos importantes pero simbólicos, todos los países deben ejercer toda la presión diplomática posible sobre el gobierno israelí para poner fin a la guerra y quienes piden el reconocimiento de la condición de estado deben respaldar esto con llamamientos a un embargo total de armas contra el estado israelí.