Estamos consternadas al ver que el Consejo de Seguridad de la ONU no ha aprobado una resolución pidiendo un alto el fuego permanente en Gaza. El hecho de que, por primera vez en décadas, se haya dado el raro paso de invocar el artículo 99 para que se produjera esta votación subraya la enorme gravedad de la situación. Según  Naciones Unidas, el conflicto entre Israel y Hamás supone una amenaza real para la paz y la seguridad internacional.

La votación por el alto el fuego permanente no podría haber llegado en un momento más crítico. La situación en Gaza ha llegado a tal punto de deterioro que la ayuda humanitaria apenas llega a la población. Cientos de personas mueren cada día, sobre todo mujeres y niños, y las infraestructuras están al borde del colapso total. Las escenas sobre el terreno se han descrito como apocalípticas.

Esta noche, los miembros del Consejo de Seguridad tenían una oportunidad crucial para actuar de forma decisiva y significativa y pedir un alto el fuego permanente. Al no hacerlo, han abandonado a la población de Gaza a padecer un sufrimiento y un trauma aún mayores.