Exigimos garantizar los derechos reproductivos de las mujeres ante la emergencia del virus zika

El pasado lunes, la Organización Mundial de la Salud (OMS) declaró la emergencia sanitaria mundial debido al virus zika, que ya se ha demostrado presente en 24 de estos países debido a su especial propagación en zonas de climas húmedos y cálidos, propios de varios países de América Latina y el Caribe.

Este virus tiene un gran impacto sobre las mujeres embarazadas ya que está relacionado con el desarrollo de problemas en el feto, dando lugar a casos de microcefalia o malformaciones cerebrales, entre otras complicaciones de tipo neurológico. El zika ha puesto en evidencia los grandes vacíos que existen en materia de educación sexual en la región, motivo por el que ha surgido un intenso debate sobre si las medidas que han adoptado algunos países de incluso prohibir el embarazo con el fin de evitar fetos con malformaciones es adecuada y suficiente, o incluso si debería o no proceder un aborto terapéutico cuando una mujer embarazada haya sido infectada por el virus y desee someterse al mismo.

Además, muchas personas adolescentes no pueden acceder libremente a estos recursos sin la presencia de sus padres o tutores, por lo que resultan más expuestas a un embarazo no deseado y, como consecuencia, al nacimiento de niñas y niños con estas afecciones.

En varios países ya se ha realizado la recomendación a las mujeres para que pospongan sus embarazos. Sin embargo, muy pocos gobiernos han llevado acabo iniciativas –como proveer información, métodos anticonceptivos y anticoncepción oral de emergencia– para fortalecer estas recomendaciones.

Debido esta situación, Alianza por la Solidaridad hace suyas las exigencias del Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (CLACAI), propuestas también apoyadas por Naciones Unidas, y solicita a los Ministerios de Salud de los Estados de América Latina y Caribe que entre las políticas e iniciativas para hacer frente a las consecuencias del zika contemplen:

  • Una mejora importante en los servicios de salud sexual y reproductiva, además de formular programas apropiados para que las mujeres de las zonas alejadas puedan acceder también a ellos.
  • Garantizar el acceso a métodos anticonceptivos modernos y a información de calidad para poder prevenir un embarazo no deseado.
  • Educación sexual integral para todas y todos, principalmente para las personas adolescentes, quienes constituyen un gran grupo de riesgo, en especial por el poco acceso que tienen a la información.

Alianza por la Solidaridad lleva varios años trabajando en Latinoamérica promoviendo el reconocimiento efectivo y real de los derechos humanos de las mujeres, especialmente en materia de sexualidad y reproducción, derechos que son vulnerados constantemente.

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