La salud sexual y reproductiva no es sólo cosa de mujeres
El pasado martes 30 de septiembre en Ramallah (Cisjordania, Palestina) se organizó un taller con el fin de poner en común las experiencias de trabajo con hombres en Salud Sexual y Reproductiva, identificar las barreras existentes y proponer iniciativas para superarlas.
Organizado por Health Work Committees, nuestra socia de trabajo en Palestina, el Seminario ha contado con la participación de organizaciones de la sociedad civil, universidades, agencias de Naciones Unidas y del Ministerio de Salud del Gobierno Palestino. Las organizaciones asistentes contaron cómo involucran a los hombres, sobre todo adolescentes y jóvenes, a través de sesiones educativas y de asesoría en salud, igualdad, y lucha contra la violencia de género, además de proporcionándoles servicios de salud en sus clínicas.
Implicar a los hombres en la salud sexual y reproductiva tiene consecuencias positivas para las mujeres: prevención de violencia de género, reparto de responsabilidades en la crianza de los hijos e hijas, disminución del riesgo de enfermedades de transmisión sexual, descenso de mortalidad en las mujeres, mayor poder de decisión de las mujeres sobre cuándo tener hijos e hijas y cuántos tener, cambio de estereotipos de género. No obstante, en Palestina, aún hay muchas barreras que superar para conseguir todo esto. La cultura dominante hace recaer sobre las mujeres el peso del cuidado de la familia, excluyendo a los hombres del desempeño de estas tareas. Mientras que muchas veces son los hombres quienes toman las decisiones, las clínicas y hospitales ni hacen esfuerzos, ni tienen los conocimientos para conseguir involucrar a los hombres en cuestiones de salud sexual y reproductiva, y hay escasez de estudios e información más concreta con propuestas para cambiar esta situación.
¿Cómo defendemos los derechos globales de las mujeres en Oriente Medio?
Para cambiar esta situación, es necesario realizar más estudios y promover imágenes de masculinidad alternativas en los medios de comunicación. Además hombres y mujeres deben participar activamente y ser el centro de los programas de Salud Sexual y Reproductiva desde un enfoque igualitario, tanto a nivel comunitario como nacional, y para ello hay que incidir en los planes y presupuestos del Ministerio de Salud, con el fin de cambiar comportamientos que dañan la salud de los hombres, las mujeres, y sus familias.
Si quieres saber más sobre nuestro trabajo por la defensa de los derechos de las mujeres y las alianzas solidarias que construimos para conseguirlo pincha aquí.
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