Una agenda feminista para la financiación para el desarrollo
Por Sofía Abdous.
Nos enfrentamos a una policrisis: calentamiento global, pobreza, regresión de los derechos humanos, desigualdades, o los daños de un capitalismo mastodóntico que arrasa todo a su paso. Sabemos que frente a esto, las mujeres siempre se ven doblemente afectadas, las discriminaciones se suman. ¿Qué alternativas tenemos a un modelo capitalista que cercena los derechos, especialmente de las mujeres?
Una oportunidad para el cambio de modelo de financiación
En julio de 2025, Sevilla acogerá la conferencia organizada por Naciones Unidas sobre la financiación para el desarrollo. Una cita clave para poder integrar y subrayar el prisma de justicia de género. Precisamente este ángulo fue el objeto de debate en la conferencia internacional de Eurodad tuvo lugar en Barcelona, los días 28-29 de enero. Titulada “2025: Una oportunidad única para lograr la justicia económica”, la conferencia reunió a expertas y activistas para debatir sobre alternativas económicas feministas, justicia de la deuda y soluciones transformadoras para la desigualdad global. Escarbaron cuestiones de justicia económica relacionadas con el género y propusieron soluciones integrales.
Una agenda feminista para la financiación
Expertas de diferentes regiones aportaron su visión y soluciones para incorporar la agenda feminista a las negociaciones sobre el nuevo marco de financiación. Sin un presupuesto que respalde los derechos de las mujeres, no habrá cambio posible.
Los modelos económicos, y especialmente el capitalismo, suelen negar la importante contribución del trabajo de cuidados, desarrollado fundamentalmente por las mujeres. De hecho, se invisibiliza la doble carga de las mujeres, especialmente el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, y las disparidades de género que este olvido permite. Reconocer y valorar el trabajo de cuidados no remunerado dentro de los marcos económicos es el primer paso para construir otro modelo que incluya a todas.
Pero esta exclusión no es nueva. La marginalización de las mujeres en las estructuras económicas ha existido siempre. A las mujeres no se les ha permitido actuar e incorporar perspectivas feministas, lo que resulta en políticas que no cumplen con los derechos y necesidades de las mujeres. Contar con que voces de las mujeres sean centrales en el proceso de tomar las decisiones es imprescindible para corregir el errado enfoque económico.
También el problema de la deuda es una losa pesada. La deuda afecta de una manera desproporcionada a las mujeres, especialmente en los países del Sur Global. Donde el estado no llega y se recortan servicios públicos para pagar la desuda, ahí están las mujeres para poner el cuidado. Es necesario considerar este problema desde una dimensión de género.
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Eurodad es una red de 60 ONG europeas de 28 países a la que pertenecemos. Trabaja para garantizar que los sistemas económicos sean controlados de una manera democrática, sostenible y justa desde el punto de vista del género y de los derechos humanos. Contribuye a buscar soluciones para acabar con la pobreza y asegurar los derechos humanos para todas.