Fondo para daños y pérdidas: victoria agridulce para los más vulnerables
La COP27 ha establecido un fondo de daños y pérdidas para los más vulnerables. La decisión de establecer este fondo es un gran paso adelante. Sin embargo, persiste la decepción de no haber avanzado con más recortes de emisiones contaminantes.
Un fondo de daños y pérdidas para los más vulnerables
Tras tres décadas de negociaciones, la demanda de crear un mecanismo para financiar las pérdidas y daños que causan catástrofes relacionadas con el calentamiento global ha sido escuchada. En efecto, se ha logrado un acuerdo entre países para crear la estructura del fondo antes de la próxima Cumbre del Clima, en 2023. Este era un tema principal en la agenda de la 27ª Conferencia de las Partes (COP27), o Cumbre del Clima, que este domingo ha concluido en Sharm el-Sheij (Egipto).
El acuerdo para crear este fondo, ampliamente exigido por los países empobrecidos y la sociedad civil mundial, ha llegado de madrugada. Grandes países contaminantes, como los de la Unión Europea, Estados Unidos o Reino Unido, han reconocido la urgente necesidad de financiación para ayudar a la reconstrucción y recuperación después de los desastres climáticos.
Detalles por determinar
Tras dos semanas de negociaciones, se ha acordado que este fondo se materializará con la creación de un comité de transición. Dicho comité determinará qué países serán susceptibles de recibir este dinero, quién lo pagará y qué cantidad habrá disponible.
“Habrá que ver en qué se traduce la definición de países “particularmente vulnerables» para evitar dejar a nadie atrás”, ha señalado Isabel Iparraguirre, coordinadora de Transición Ecológica de Alianza-ActionAid.
Por su parte, Teresa Anderson, coordinadora de justicia climática en ActionAid, federación de la que es miembro Alianza por la Solidaridad, ha señalado: “Podemos afirmar que la presión colectiva de la sociedad civil combinada con una unidad sin precedentes entre países en desarrollo para obligar a los países enriquecidos a decir «Sí, estamos juntos en esto» ha funcionado”.
Pese a esta satisfacción, especialmente porque hasta ayer parecía imposible, Anderson recuerda que “este fondo de daños y pérdidas para los más vulnerables llega con retraso. Pero, para quienes se encuentran en primera línea de la crisis climática, se abre la esperanza de que los ayuden a recuperarse y reconstruir sus vidas después de los desastres”.
Otro punto importante es que ya se han prometido contribuciones. En total, 340 millones de euros para daños y pérdidas. Los han prometido varios países enriquecidos aun antes de acordarse el fondo.
Las comunidades y países vulnerables seguirán sufriendo los impactos del calentamiento global
Desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, creemos que todavía hay batallas por delante para abordar preguntas clave que están sin respuesta. Lo negativo de esta COP27, no obstante, radica en la respuesta de los líderes sobre la causa última de la contaminación que genera tales daños y pérdidas: las emisiones contaminantes de los combustibles fósiles.
En este sentido, no se ha llegado a un acuerdo para la eliminación progresiva de los combustibles fósiles, como se logró para el carbón el año pasado en Glasgow. La meta de no superar los 1,5 grados a nivel global no ha quedado vinculada a planes para alcanzarla. Además, la inclusión de combustibles de bajas emisiones como complemento de las energías renovables es considerada un paso atrás.
Las comunidades vulnerables al clima, a las que se les ha dado esperanza mediante el establecimiento del fondo, aún pueden ver aumentados los impactos por las acciones contaminantes de los países enriquecidos. “La causa subyacente de la crisis climática no se ha abordado”, insiste Iparraguirre.
Destrucción climática a una escala nunca vista
En todo caso, cuando esté en marcha, el fondo apoyará la recuperación después de los impactos climáticos destructivos causados tanto por desastres repentinos (ciclones, inundaciones, incendios, olas de calor…), como más a largo plazo (sequías, desertificación, salinización..). Asimismo, el fondo garantizará que las personas agricultoras puedan ser compensadas si pierden sus medios de vida.
En lo que va de año, las emergencias climáticas han destruido las vidas y los medios de subsistencia de las personas que viven en el Sur Global a una escala nunca vista. En África Oriental, las cosechas han sido muy pobres, nueve millones de cabezas de ganado han muerto y las fuentes de agua se han secado después de cinco temporadas de lluvias fallidas.
Susan Otieno, directora ejecutiva de ActionAid en Kenia, ha declarado: “Había grandes esperanzas en que la COP27 fuera útil para millones de personas en África Oriental. Personas que corren el riesgo de morir de hambre. Niñas que están siendo sacadas de la escuela para ir a por agua. Familias en Nigeria que han sido desplazadas por inundaciones extremas. Ahora sabrán que el mundo se solidariza con ellas”.
Para Alianza por la Solidaridad-ActionAid, el acuerdo de hoy es solo el primer paso. Las negociaciones del próximo año deberán abordar las muchas preguntas que aún quedan sobre cómo funcionará el futuro fondo de daños y pérdidas, cuya urgencia es evidente.
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