¿Qué tenemos que decir en la ONU sobre migraciones y Desarrollo?

Hoy 15 de julio se celebra en Nueva York una jornada organizada por Naciones Unidas sobre migraciones y desarrollo. En el evento participan Organizaciones de Sociedad Civil, ONG y sector privado de todo el mundo, que trabajan estas temáticas, para que sus aportaciones sean incorporadas al segundo Diálogo de Alto Nivel sobre Migraciones Internacionales y Desarrollo que la Asamblea General de Naciones Unidas celebrará en octubre de 2013 también en Nueva York.

Alianza por la Solidaridad participa en el evento para aportar su experiencia de trabajo y sus alianzas en la defensa de los derechos de las personas migrantes. La jornada tiene cuatro temas de agenda, que servirán para llevar aportaciones concretas y específicas a cada una de las cuatro mesas redondas del Diálogo de alto nivel de octubre. En colaboración con organizaciones socias y miembros de la red europea EUNOMAD, hemos trabajado cada uno de estos temas para aportar al debate en la Asamblea General de Naciones Unidas:

Sobre trabajadores migrantes y movilidad

En línea con la Comunicación de la UE sobre migraciones y desarrollo, defendemos que la UE debe adoptar políticas de inmigración flexibles y comunes que faciliten la movilidad de los trabajadores y trabajadoras de todos los niveles (no sólo cualificados). También consideramos que todos los Estados miembros deben ratificar la Convención de las Naciones Unidas sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y Miembros de sus Familias, y el Convenio de la OIT sobre Trabajadores/as Domésticos/as.

Sobre derechos  y protección de las personas migrantes

En relación a este tema, es imprescindible establecer formas seguras y eficaces para entrar en territorio europeo. Hemos de presionar a los Estados para que regulen las migraciones desde un enfoque basado en derechos, y para que proporcionen canales legales para emigrar y se dejen de producir violaciones de derechos tan habituales, como las violaciones del principio de no devolución (expulsión o retorno) cometidas por autoridades marroquíes, españolas y argelinas en las fronteras entre Marruecos y España y Marruecos y Argelia.

En relación a este tema, el artículo 33.1 de la Convención de Ginebra de 1951 sobre los refugiados establece que «ningún Estado firmante podrá expulsar o devolver a una persona refugiada a las fronteras de territorios donde su vida o su libertad peligre por causa de su raza, religión, nacionalidad, pertenencia a determinado grupo social u opiniones políticas». Sin embargo muchas de las personas migrantes (en particular de África subsahariana), que intentan llegar a Europa cruzando las vallas de Melilla o Ceuta, son detenidas al intentar superar este obstáculo. A menudo la policía española les devuelve entregándoles a las autoridades marroquíes sin comprobar si necesitan protección internacional (migrantes que huyen de la persecución, conflictos de guerra, víctimas de violencia o trauma en el tránsito, etc…). Muchas de estas personas sufren maltrato, violencia y violaciones de sus derechos humanos; algunas son expulsadas ​​a Argelia y sometidas a maltrato por la policía.

Además, la falta de vías legales para la migración obliga a muchas personas migrantes a cruzar el Mediterráneo hasta llegar a la frontera exterior de la UE (es decir, España) en pequeñas embarcaciones que no son apropiadas para hacer estos viajes. Muchas mueren o desaparecen y otras se ven obligadas a viajar como polizones: es necesario establecer formas seguras y eficaces para entrar en territorio europeo, y procedimientos en las fronteras nacionales que garanticen la dignidad y la seguridad de todas las personas migrantes:

Por lo tanto, instamos a los Estados a no violar el principio de no devolución, a garantizar la ayuda humanitaria, y a proporcionar canales para la migración legal que eviten estas muertes y desapariciones.

En cuanto a la respuesta de la UE al conflicto sirio, instamos a los Estados Miembros de la UE a admitir sin necesidad de visado a los/as ciudadanos/as sirios/as que llegan a las fronteras exteriores de la Unión, a apoyar al ACNUR es la admisión humanitaria de las personas refugiadas sirias en países de Oriente Medio y Norte de África y al reasentamiento de personas sirias refugiadas, en su mayoría pertenecientes a grupos especialmente vulnerables.

En  nuestra aportación a las Interactive Hearings, hacemos un énfasis especial en la situación de las mujeres víctimas de trata: muchas mujeres de África subsahariana que emigran hacia Europa, a su paso por  países de tránsito como Argelia y Marruecos, son víctimas del tráfico y la trata con fines de explotación sexual. La mayoría de ellas sufren violaciones de sus derechos sexuales y reproductivos, son víctimas de todo tipo de violencia, incluida la violencia sexual, sufren enfermedades de transmisión sexual y se les niega su derecho a la salud.

A su llegada al país de destino de la trata de personas, continúan las situaciones de vulnerabilidad y de falta de derechos: aunque el ACNUR ha reconocido que el tráfico de personas puede ser motivo de asilo, España y otros países de la UE son reticentes a ofrecer protección internacional a las mujeres víctimas de la trata para solicitar asilo, y la emisión de un permiso de residencia está condicionada a que proporcionen información sobre la mafia responsable del delito, que daría lugar a una sentencia condenatoria. Estos requisitos dificultan que las mujeres traficadas denuncien o informen sobre su situación.

También llamaremos la atención sobre la necesidad de reconocer la violencia contra las mujeres como motivo para solicitar asilo (violencia doméstica, las violaciones, la mutilación genital femenina, los crímenes de honor, el aborto o esterilización forzados), las dificultades de las personas LGTBI para recibir protección internacional y la interpretación restrictiva de la legislación por parte de los países más industrializados, como España, impidiendo el reconocimiento de muchas personas como refugiadas.

Por último, apelamos a los Estados a reconocer la universalidad del derecho a la salud, como el derecho a disfrutar de la salud sin ningún tipo de discriminación, incluyendo la ciudadanía. Pondremos sobre la mesa de la Asamblea General lo que ocurre en países como España, cuyo Gobierno ha puesto en marcha normas que excluyen del acceso a la salud a las personas inmigrantes que no sean titulares de un permiso de residencia. En torno a 873.000 personas inmigrantes han perdido el acceso a su derecho a la salud debido a estas regulaciones, en una violación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales denunciada por el propio Comité de Seguimiento de este Convenio.

También exigimos al Gobierno español (y a los gobiernos de todos los países en la misma situación) que hagan frente a las migraciones con un enfoque basado en Derechos Humanos, a fin de evitar la detención de migrantes en situación administrativa irregular en los centros de detenciones para inmigrantes (CIE´S), que ha de ser una medida excepcional, utilizando otras alternativas que no impliquen privación de libertad.

Sobre desarrollo humano y acción de la diáspora

En 2010, 214 millones de personas fueron migrantes internacionales (un 40% más que en 1990), con importantes consecuencias tanto para los países de origen como de acogida. La migración internacional es un fenómeno global cuyo alcance, complejidad e impacto crecen: hoy en día, prácticamente todos los países del mundo son a la vez países de destino, origen y tránsito de migrantes internacionales. Las migraciones internas también están aumentando, con un movimiento creciente de las zonas rurales a las zonas urbanas.

Parece claro, pues, que las dinámicas de la población tendrán un impacto importante en la agenda de desarrollo post-2015 y en el logro de un desarrollo económico socialmente inclusivo y ambientalmente sostenible. Por estas razones, es necesario a abordar un nuevo marco con objetivos y responsabilidades comunes, pero diferenciadas, y generar un entorno favorable para la libertad asociativa de las organizaciones de personas migrantes y de la diáspora, de desarrollo y de derechos humanos, que les permita ser actores clave para la puesta en valor de la relación entre migraciones y desarrollo, y participar en la formulación y aplicación de políticas.

Sobre migraciones, gobernanza y partenariados

Aunque la inmigración es uno de los principales desafíos globales, sigue siendo esencialmente prisionera de las políticas de seguridad nacionales y regionales. Es hora de que los mecanismos e instrumentos globales incluyan de forma transparente los derechos de las personas migrantes. El enfoque global de la migración se debe basar en una gobernanza de múltiples niveles, para garantizar que se gestiona en el nivel más adecuado y para garantizar el mayor bienestar posible para las personas, tanto en los países de origen como en los países de destino:

A nivel mundial, es necesario integrar la migración en las políticas de desarrollo y promover en la UE la coherencia de políticas de desarrollo, migración, asuntos internos y externos, comercio…  También hay que enfocar la ayuda al desarrollo de la UE en luchar contra las profundas y verdaderas causas de las migraciones forzadas, eliminar las condicionalidades de AOD y las políticas «cosméticas», terminar con la colaboración entre los gobiernos del Norte y del Sur para las repatriaciones forzadas y acabar con el «colaboracionismo» y el silencio del Sur.

En el ámbito nacional, es necesario proporcionar derechos civiles y políticos como el voto, tanto a nivel local como en los niveles superiores. También hay que coordinar la planificación y programación de la cooperación descentralizada y de los proyectos de solidaridad internacional, en estrecha consulta con el voluntariado local. Junto a la sostenibilidad de las acciones, son condiciones esenciales para un funcionamiento eficaz de la gobernanza de las migraciones y el desarrollo.

La diversidad, la interculturalidad y la participación ciudadana son esenciales para el desarrollo de los territorios. A nivel local, hay que cambiar las percepciones de la diversidad y crear conciencia en los representantes electos, gobiernos locales y en la ciudadanía sobre sus actitudes hacia la convivencia, apoyando su sensibilización sobre las cuestiones de migración y desarrollo.

Por último, aumentar las capacidades de las autoridades locales y las OSC en los temas de migraciones, desarrollo e integración, es un importante requisito previo para el logro de la complementariedad de acción entre actores no estatales y autoridades locales.

Desde Alianza por la Solidaridad pondremos todos estos temas sobre la mesa de las Interactive Hearings a lo largo de la jornada de hoy, con la seguridad de que se trata de una oportunidad única de contribuir desde sociedad civil a mejorar las políticas que afectan a las migraciones y el desarrollo, y de incorporar los derechos humanos de las personas migrantes como elemento clave de las políticas regulatorias de las migraciones.

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