En este informe analizamos específicamente los beneficios obtenidos por las mayores empresas del sector financiero y de combustibles fósiles entre junio de 2021 y junio de 2023, basados en los últimos datos disponibles. Examinamos tendencias en sus beneficios y el potencial de ingresos fiscales extraordinarios en un contexto de cambio climático y la necesidad de financiar la acción climática. Las empresas energéticas, dominadas por los gigantes de los combustibles fósiles, contribuyen de forma natural a este impuesto, en consonancia con el principio de que quien contamina paga. Si bien las corporaciones financieras no perforan en busca de petróleo y gas por si solas, muchas de las más grandes han sido financiadoras de la extracción y el uso de combustibles fósiles, obteniendo ganancias indirectas de estas actividades. Según la investigación de ActionAid, solo los bancos invirtieron más de 3,2 billones de dólares en combustibles fósiles en el Sur Global desde que se adoptó el Acuerdo de París en 2015, lo que los convierte en cómplices de la crisis climática.

Existe un fuerte argumento de justicia económica para gravar los beneficios extraordinarios en todos los sectores, ya que podrían limitar la especulación durante las crisis y financiar soluciones a la crisis social y climática.