Cada mes cientos de miles de piezas de basura electrónica se acumulan en países pobres cargadas con componentes electrónicos que contienen mercurio, plomo, cadmio y otras sustancias tóxicas. Eliminar dichos residuos en Europa o EEUU es muy caro. Como está prohibido exportar basura a los países pobres, la carga llega bajo la “excusa” de donaciones solidarias de material electrónica. Pero la mayoría no funciona. Enormes cementerios de residuos electrónicos procedentes de los países ricos son creados junto a pantanos, bordes de las carreteras o terraplenes.
En Nigeria cada mes entran 500 contenedores con material electrónico para ser procesados, pero el 75% está averiado y son apiladas en montañas de residuos que se queman a cielo abierto. En muchos casos los encargados de reciclaje son los niños, expuestos a niveles de contaminación muy elevados. La consecuencia de estos vertederos para el medio ambiente es lamentable ya que causa cada año miles de refugiados ambientales.
Como ONG que trabaja por el desarrollo sostenible junto a estas poblaciones que sufren los “malos hábitos del norte” le pedimos a Vodafone que reconsidere esta campaña y fomente una compra más responsable de los móviles promoviendo un CONSUMO RESPONSABLE.