#AlianzaFeminista por los derechos ancestrales de las aymaras de Bolivia
“En mi comunidad no hay centro, aquí nomás, ahora he venido pero no atienden bien, volvé, volvé me están diciendo nomás. Vivo lejos… no tengo recursos… y los médicos no hablan aymara. A veces nos riñen. Pero tiene que haber buena atención, deben ser profesionales especialistas, atendernos bien, con cariño, con respeto”.
“Nunca he pisado al hospital y nunca me he hecho Papanicolaou (citología). Dicen que hay que hacerse pero nunca entregan los resultados. ¿Para qué voy a ir si no me duele, si no estoy mal?”
Este domingo se celebra el Día Internacional de la Mujer. Una fecha en la que Alianza por la Solidaridad está promoviendo una #AlianzaFeminista para dar a conocer el trabajo que realizamos con organizaciones y mujeres de Latinoamérica, Oriente Medio y África. Alianzas como las que creamos con las mujeres aymaras en Bolivia que no tienen la atención médica que debieran para ejercer sus derechos sexuales y derechos reproductivos. Así se refleja en un estudio que hemos realizado en el municipio rural de Pucarani, donde trabajamos para fortalecer la formación de las mujeres y sus organizaciones.
Medio centenar de aymaras, de entre 20 y 50 años, han participado en una investigación que recoge su cosmovisión cultural aymara, en la que las mujeres son portadoras de conocimientos y saberes ancestrales transmitidos por la tradición oral.
“Yo tengo ocho hijos y el mayor se enojaba más que mi esposo cuando me veía con mi barriga; un día me dijo que le daba vergüenza de que tuviera wawa (embarazo) y que fuera al médico para curarme. Se lo dije a mi esposo, pero él no contestó”.
#AlianzaFeminista por la salud sexual y reproductiva
Testimonios como estos, ponen de manifiesto las graves carencias de muchas mujeres de Pucarani, un municipio del departamento de La Paz, para ejercer sus derechos a una salud sexual y reproductiva digna. De hecho, Bolivia tiene la segunda tasa más alta de mortalidad materna en la región: 210 por cada 100.000 nacidos, según datos oficiales de 2008. En España son cuatro. Otras investigaciones señalan que las mujeres rurales se encuentran cuatro veces más en peligro de morir durante las etapas del embarazo, parto y postparto por hemorragias.
A ello se añade una tasa de embarazo adolescente muy elevada: 18% de las adolescentes entre 15 y 19 años ya son madres o están embarazadas y, de este porcentaje, casi un 70% han sido embarazos no planificados. En el área rural el embarazo en adolescentes supone hasta un 25%. Y los abortos en condiciones precarias se llevan muchas vidas por delante.
En este panorama, los servicios de salud se encuentran muy alejados de la realidad de las mujeres aymaras, que denuncian que no tienen en cuenta sus prácticas culturales o su idioma, como recogen las leyes. De ahí que no acudan a ellos con frecuencia y se den casos como los siguientes:
“Yo me cuido del embarazo por mi menstruación, por los días, ¿no ve que hay días que podemos tener relaciones y hay días que no podemos? Y esos días debemos cuidarnos. Si hablamos con el hombre entiende, pero sólo si hay confianza”.
“Me han dicho que si voy a tener sexo tome tres limones puritos antes y nunca voy a tener más hijos”.
El estudio, ha sido llevado a cabo con el apoyo de la Generalitat Valenciana y la AECID.