DESTIERRRADAS

Discriminadas, difamadas, amenazadas, criminalizadas y asesinadas por defender derechos y ser mujeres.

La irrupción de empresas en países en vías de desarrollo está ocasionando, con demasiada frecuencia, conflictos socioambientales al acaparar bienes naturales, agua y tierra.

A todo ello, plantan cara las defensoras de derechos. Su lucha interfiere con los intereses de grandes empresas en países como Guatemala y El Salvador.

Como mujeres se enfrentan a los mismos riesgos que los defensores de Derechos Humanos, pero además son víctimas de acoso y violencia sexual, son cuestionadas por su familia y comunidad, siendo discriminadas, incluso, por sus propios compañeros en las organizaciones sociales.

Para Alianza por la Solidaridad resulta fundamental visibilizar la lucha de las mujeres defensoras de derechos, denunciando las violencias que sufren.

Las mujeres que defienden derechos son las protagonistas de DesTieRRRadas.

Os presentamos a la primera de una lista de mujeres valientes: Lidia Caal. Una estudiante de 23 años que, como tantos jóvenes en el mundo, se moviliza en el #FridayfForFuture. Ella se ha plantado contra una enorme multinacional que está limitando hasta el extremo los bienes con los que vive su comunidad (el territorio y el agua).

Esta joven indígena q´eqchi es un claro ejemplo de lucha a pesar de no ser foco de atención mediática. Su lucha le está suponiendo amenazas, problemas laborales y desprestigio social. Pese a la situación de violencia que padece, Lidia resiste y lo tiene muy claro: “Las mujeres vamos a seguir en la lucha”.

Su lucha por el río Cahabón comenzó mientras estudiaba, de la mano de la catedrática Ana Rutilia Caal, informándose de todo lo que suponía una hidroeléctrica en ese río. Los procesos de información y concienciación a su comunidad fueron los primero pasos. Esto le ocasionó problemas laborales, amenazas por parte de la empresa y un desprestigio social que retroaleminetaba el resto de daños. Por suerte, las redes de apoyo, como en el caso de muchas mujeres defensoras de derechos, son el pilar de sus luchas. Lidia se ha visto arropada por su familia y otros grupos de su comunidad.