Es necesario que casos como el de Sacyr en Mozambique no vuelvan a suceder
La rehabilitación de una vida férrea por la empresa española SACYR en Mozambique, el octavo país más pobre del mundo, pone de manifiesto que la actividad de las empresas en países menos avanzados no siempre es positiva para el desarrollo.
SACYR resultó adjudicataria, por un importe de 177 millones de euros, de una obra en el país africano, que tenía como objetivo posibilitar el uso prioritario del transporte ferroviario para trasladar grandes cantidades de carbón desde una mina hasta el puerto de Nacala, en la costa, para su exportación.
Tras la finalización de estas obras, una investigación de Alianza por la Solidaridad constata que no sólo no hay beneficios para la población local, sino que tiene graves impactos negativos en la seguridad, la salud y los medios de vida de cerca de 50.000 personas, que han resultado afectadas con la destrucción de sus hogares, desplazamientos, pérdidas de tierras o con el deterioro de las conexiones entre las poblaciones, dificultando su acceso a mercados, escuelas o centros de salud. No hay información de que hubiera consultas previas e informadas a los afectados.
El «tren de la vida», como se conocía, desprende ahora una nube de polvo tóxica, debido al carbón, que ha aumentado las enfermedades respiratorias y marchita los cultivos, pero además se producen continuos atropellos porque no hay más que cuatro pasarelas para cruzar las vías en los 900 kilómetros de recorrido.
CRIMINILIZACIÓN DE LA PROTESTA SOCIAL
Esta obra en la que participó Sacyr ha generado, además, amenazas graves contra líderes sociales que se han opuesto los abusos de las empresas implicadas, llegando al extremo del asesinato de figuras políticas y sociales que denunciaron casos de corrupción.
ACTÚA Y PÍDELE A LA NUEVA MINISTRA QUE CASOS COMO EL DE SACYR NO SE VUELVAN A REPETIR
Para evitar que casos como el de Sacyr se repitan, Alianza por la Solidaridad lanza una campaña en la que exige a la nueva ministra de Comercio, Industria y Turismo, Reyes Maroto, que ponga en marcha con urgencia medidas que garanticen que las empresas españolas respetan los derechos humanos en sus actividades en el exterior, tal y como viene recogido en el Plan de Acción Nacional de Empresas y Derechos Humanos.
Firma y enviarás un mail directamente a la nueva ministra para que se comprometa a cumplir con el mencionado plan ¡Si somos miles nos escuchará!