Carta al Gobierno y la UE para que frene el impacto social y ambiental de los biocombustibles

Los agrocombustibles son biocarburantes producidos con materias primas de origen agrario. Tienen impactos negativos sobre el cambio climático, la seguridad alimentaria y el acceso a recursos imprescindibles como el agua o la tierra. Sin embargo, persisten los sectores que los defienden como energías renovables y limpias.  “En el momento actual de las negociaciones, es imprescindible alcanzar un acuerdo que reduzca el uso de aquellos biocombustibles dañinos para el medio ambiente y las comunidades” explica la carta enviada a José Manuel Soria.

Para las plataformas firmantes de la carta al ministro de Industria y Energía, entre las que participa Alianza por la Solidaridad, “el Gobierno español está a tiempo de corregir sus posturas respecto a las negociaciones previas, alejarse de las posiciones de aquellos Estados menos comprometidos con la lucha contra el cambio climático y el derecho a la alimentación”. Y lo hace coincidiendo con la reunión de ministro del ramo que este martes se celebra en Bruselas.

La misiva también alerta, además, del riesgo de ser sancionados por la Comisión Europea por no aplicar criterios de sostenibilidad para los biocombustibles. Dicho procedimiento podría traducirse en cualquier momento en una sanción económica.

Las firmantes consideran la posición defendida por el Gobierno español y el Consejo “muy alejada de la respuesta necesaria a las crisis climática, energética o alimentaria”. Por ello, instan al ministro Soria a contribuir en las negociaciones a alcanzar un acuerdo que limite al máximo el consumo de agrocombustibles; y promueva únicamente aquellos biocarburantes cuya producción o consumo sea realmente sostenible.

El ejemplo de familias mozambiqueñas afectadas por los agrocombustibles

Alianza por la Solidaridad trabaja en Cabo Delgado (Mozambique) en una zona afectada por los agrocombustibles, que está promoviendo la empresa Ecoenergia de Mozambique Lda. con capital sueco. Su objetivo principal es la producción de etanol y su procesamiento para el mercado local e internacional. En  un contexto de fuerte dependencia de los hogares de la producción agrícola,  se está acaparando tierra y generando problemas de seguridad alimentaria, sobre todo en hogares cuya jefa de familia es una mujer. Son muchos habitantes de Cabo Delgado quienes han visto reducida la superficie cultivada. El 60% de las familias afectadas han visto un relativo empeoramiento de sus medios de vida, frente a un  10% que ha mejorado .

Las familias aún no han sido compensadas por este proyecto, aunque teóricamente pueden seguir cultivando hasta que llegue el momento de la compensación. En algunos casos, por miedo a ser desalojadas o por seguridad personal, han abandonado o disminuido la energía puesta en el trabajo de dichas parcelas. Por el contrario, el número de trabajadores en la empresa es aún muy reducido y significativamente menor que el número de familias afectadas por los agrocombustibles.

Cabo Delgado es un ejemplo de lo que suponen políticas como la que el Gobierno español mantiene. Por ello, Alianza por la Solidaridad, miembro de Coalición Clima, ha firmado esta carta.

Frenar los agrocombustibles que dañan al entorno y a las comunidades es ya es una necesidad.

LEE LA CARTA ÍNTEGRA ENVIADA POR NUESTRA COALICIÓN CLIMA

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