En Bolivia, el aborto es legal en cuatro supuestos: estupro, violación, incesto y riesgo para la salud de la madre. Además, por sentencia constitucional no es necesario presentar una orden judicial cuando una mujer decide interrumpir su embarazo, como sí ocurría anteriormente. Sin embargo, pese a las leyes existentes, muchos médicos se niegan a practicarlo, bien por desconocimiento legal, o bien por cuestiones morales o religiosas, alegando objeción de conciencia o simplemente poniendo en duda la palabra de la mujer. Además, existe una estigmatización y penalización social del aborto, fruto de una sociedad patriarcal y conservadora, que limita la libertad de las mujeres a decidir respecto a su propia vida y su propio cuerpo, y donde pervive una doble moral muy fuerte.

Este tema adquiere aún mayor gravedad cuando se dan a conocer datos como que en Bolivia se producen alrededor de 70.000 abortos al año, la mayoría en condiciones inseguras y que acaban en la muerte de la mujer o produciéndole problemas de salud, lo que hace que ésta sea la tercera causa de mortalidad materna en el país. Además, en 2014 la Defensoría del Pueblo de Bolivia hizo público el registro de 326 denuncias de abuso sexual contra menores, las cuales, en muchos casos, se ven obligadas a elegir entre seguir adelante con un embarazo no deseado y que entraña graves riesgos para su salud física y psicológica o someterse a un aborto sin las mínimas garantías, poniendo también en peligro su vida.

Ante esta situación, Alianza por la Solidaridad, junto con el Pacto Nacional por la Despenalización del Aborto, y otras organizaciones aliadas como CIES, Gregoria Apaza y Católicas por el Derecho a Decidir, ha lanzado la campaña #SinRiesgo. Esta iniciativa busca informar sobre los riesgos que corren la salud y la vida de las mujeres en una sociedad que castiga a aquellas que deciden, por diversas situaciones, optar por la interrupción de un embarazo y a concienciar sobre la necesidad de garantizar sus derechos sexuales y reproductivos.

El pasado jueves, se dio el pistoletazo de salida a las actividades enmarcadas en esta campaña con la organización de un flashmob en la Plaza Camacho de la capital boliviana. A este acto asistieron Vero Pérez, Nina Uma e Imilla Mc, tres cantantes comprometidas con los derechos de las mujeres bolivianas que interpretaron el tema Poder Elegir.

La campaña ha sido posible gracias al apoyo de la Agencia de Cooperación Española (AECID) y al Consorcio Latinoamericano Contra el Aborto Inseguro (CLACAI), dos entidades con las que Alianza lleva trabajando desde hace 20 años en defensa dek los derechos de las mujeres en Bolivia.