Los derechos de las mujeres, tema pendiente en los Objetivos de Desarrollo Sostenible

Este foro consistió en una serie de diálogos que concluirán en la agenda que se trasmitirá en el 4º Foro Mundial de Desarrollo Económico Local, que se celebrará en la ciudad de Praia, Cabo Verde, en octubre de 2017. Los principales ejes temáticos que se trataron fueron el desarrollo productivo y la gobernanza, la competitividad y la transformación de las desigualdades y, por último, el desarrollo urbano y la cohesión social.

Durante estas presentaciones, se ha destacado la falta de diálogo por parte de los gobiernos con la sociedad civil, lo que se ha traducido en dificultades para el diseño y ejecución de políticas efectivas que tengan en cuenta las particularidades y necesidades de la mayoría de los casos tratados. Siguiendo esta línea, se ha recomendado encarecidamente no abordar los problemas estructurales diferenciando las distintas problemáticas, ya que esto fragmenta el plan de desarrollo y lo desvirtúa, sino tratarlos como una acción global con coordinación local, trabajando en red con los distintos actores para facilitar el diálogo y la incidencia.

Se ha prestado especial atención a la identidad cultural, su reconocimiento y su respeto a la hora de idear políticas de desarrollo, y a la inquietud por rescatar y valorar los orígenes. Esto se ha visto reflejado a la hora de presentar nuevas propuestas de economía alternativa, como la Economía Social y Solidaria o la Economía Comunitaria, recuperando así modelos productivos y de comercialización ancestrales, combinándolos con las nuevas tecnologías y avances científicos, situando al ser humano y la naturaleza en el centro. Sin embargo, echamos en falta un enfoque de género en los modelos económicos presentados, el cual es realmente necesario para abordar la desigualdad que sufren las mujeres en el modelo económico actual y no repetir el mismo error en los modelos económicos alternativos.

En este sentido, se han presentado diversas propuestas que fomentan la diversidad cultural y la enaltecen, respetando las tradiciones. Ejemplo de estas experiencias ha sido el programa de viñas patrimoniales en la región de Biobío, en Chile, basado en una agricultura campesina familiar, valorizando su trabajo y preservando su tradición vinícola, además de reconocer el valor patrimonial de la región.

El foro también ha puesto en el centro el cuidado del medioambiente y el respeto por los diversos ecosistemas, ya que no debemos entender el desarrollo económico como un coste de oportunidad: desarrollo no supone sacrificar la naturaleza. Ejemplos de estas buenas prácticas son iniciativas llevadas en Colombia, promoviendo alternativas de transporte ecológicas o el fomento de las prácticas de reciclaje que se están llevando a cabo en Bolivia, respaldadas incluso por decretos ley, lo que deja patente la creciente preocupación por la protección y preservación del medioambiente.

Con respecto a la economía de cuidados, durante diferentes mesas se han hecho diversos guiños a la necesidad de una economía que atienda al trabajo realizado por las mujeres en los hogares y a la desigualdad que produce a la hora de generar las oportunidades a las mujeres, haciendo referencia a la corresponsabilidad en el hogar. Además, se han hecho múltiples referencias a la necesidad entender el trabajo realizado por las mujeres como una pieza clave en el proceso de desarrollo económico local y valorar el aporte que éstas realizan a los municipios, como ha apuntado Cecilia Alvarado, viceprefecta del Gobierno Provincial de Azuay (Ecuador). Haciendo énfasis en este punto, se ha recalcado que la redistribución del tiempo de las mujeres dedicado a los hogares y a la economía de cuidados es responsabilidad no solo de los hogares, sino también del Estado, del mercado y de la sociedad en su conjunto.

Además, se han presentado experiencias relacionadas con el empoderamiento de las mujeres y la consecución de su autonomía económica, como es el proyecto que brinda ONU Mujeres en el Valle de los Cintis, orientado al empoderamiento de las mujeres jóvenes y sus habilidades de transformar su realidad como resultado de involucrarse en actividades económicas productivas, y acompañado por acciones de liderazgo de las mujeres, su capacitación técnica y el acceso al crédito.

A modo de crítica, nos gustaría resaltar la falta de un enfoque de género en las políticas y que estas no consideren a las mujeres como personas activas en la economía, ya que de otra forma solo se invisibiliza el trabajo que realizan excusándose en la inexistencia de un mercado ordinario que atienda a sus necesidades o ponga en valor su mano de obra y aporte económico al desarrollo local. Por parte de las y los participantes había una inquietud real por poner en el centro a las mujeres y ser sujetos activos de las políticas, además de un interés sobre cómo resolver problemáticas de género, como así se demostraba en los turnos de preguntas. Es un punto positivo que por parte de las participantes surjan estos cuestionamientos e inquietudes, por lo que parece consecuente la creación de espacios en este tipo de foros en los que tenga cabida exclusiva y específicamente un enfoque de género real sobre las agendas de los países de América Latina y Caribe.

Como conclusión, se puede advertir que el camino que están tomando las políticas públicas en relación con los Objetivos de Desarrollo Local es apropiado, enfocándose en las necesidades específicas de grupos objetivos como pueden ser los jóvenes y las mujeres, atendiendo a la sostenibilidad del medioambiente y a la identidad cultural. A pesar de esto, se debe dar una mayor relevancia al enfoque de género que, consideramos, deben tener las políticas para que el desarrollo tenga la extensión social más amplia posible.

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