Miles de personas participan en la campaña para promover los legados solidarios

#AntesDemorirQuiero… un mundo con más igualdad”, “que se solucione la pobreza”, “que ninguna persona sea ilegal”, “volver a vivir”, “devolver a mis padres todo lo que me han dado”, “que ningún ser humano sea ilegal2… Miles de personas se han acercado el pasado fin de semana por la Puerta del Sol de Madrid para participar en la campaña para el legado solidario puesta en marcha por Alianza por la Solidaridad. Una gigantesca pizarra, en la estatua de Carlos III, se convirtió en el panel en el que fluyeron los deseos y casi todos tenían que ver con valores no materiales.

El viernes nos dejaron sus anhelos grandes poetas, como Juan Carlos Mestre, Ángel Petisme o Luis Farnox. Y en los días siguientes nos visitó, y ayudó, Ouka Leele, y pasó por allí la expresentadora de televisión Paloma Lago.

A través de esta iniciativa, Alianza quiere dar a conocer la posibilidad de que las personas leguen su herencia a iniciativas solidarias, como las que desarrolla esta organización. Un legado solidario es la expresión escrita y firmada del deseo de mejorar el mundo a través de iniciativas que aportan soluciones a las generaciones venideras.

“Alianza cumple con esta iniciativa una función esencial en la sociedad actual. La de cumplir los sueños pendientes de ser soñados, aquellos que cuando no estemos sigan siendo realidad”, señaló Mestre. “Dejar a fines sociales algún bien es ese sueño pendiente de ser soñado. Hacer después lo que no se puedo hacer en la vida”, añadió. “El mío es ver hecho realidad en mi país el sueño de la Institución Libre de Enseñanza”, concluyó.

Farnox, por su parte, expresó su anhelo de “ser un buen combustible de vida y que ningún deseo quede sin prender en mí”. “Esta iniciativa para el día de los difuntos es una forma de ahuyentar la muerte. La poesía construye vida y la vida ahuyenta la muerte”, añadió.

Petisme, antes de dejar escrita su frase (“Vivirme otra vez de amor”)  leyó el poema que había escrito para la ocasión: “Quince deseos antes de morir. Que la avaricia deje de gobernarnos. Ser un sicario de la paz y una goma de borrar muerte…”.

Ni un solo momento a lo largo de los tres días  la gran pizarra de Alianza estuvo igual. En árabe, chino, coreano, hebreo, italiano… En grandes letras y en diminutas frases para aprovechar un resquicio del espacio. En colores y blanco sobre negro. La plaza, un hervidero;  la acción poética, un imán para acercarse y compartir esos sueños, y a la vez conocer que el Legado Solidario es una opción que nos permite seguir trabajando a organizaciones como la nuestra.

Gracias a este tipo de legados, Alianza ha construido una escuela en Haití, un país que fue devastado por un terremoto hace cinco años y apoya un centro para madres solteras en Marruecos.

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