Trabajamos con comunidades de Nicaragua para prevenir y hacer frente a desastres naturales

La Región Autónoma del Atlántico Sur, ubicada en la costa caribeña de Nicaragua, está situada geográficamente en un corredor de huracanes, la zona es frecuentemente afectada por fenómenos naturales que ponen en riesgo la vida y la seguridad de las personas debido a la baja capacidad de respuesta. De hecho, actualmente, unas 35.000 personas están expuestas a huracanes, inundaciones, vientos fuertes… y aproximadamente el 36% de estas son susceptibles de perder sus viviendas y medios de vida. Además, el 70% de la población de esta zona vive en un aislamiento que limita gravemente, e incluso impide, el acceso a servicios básicos

Así, a través de este proyecto, denominado “Preparación ante desastres y protección de medios de subsistencia”, se ha logrado fortalecer la respuesta local ante desastres trabajando con los comités y brigadas locales mediante su formación y la dotación del equipamiento necesario para dar una respuesta efectiva en caso de emergencia. Además, también hemos apoyado pequeñas obras para la rehabilitación de tres refugios y de refugios temporales como son las escuelas.

En coordinación con el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención a Desastres (SINAPRED), se ha instalado una estación hidrometeorológica con transmisión vía satélite en el municipio de La Cruz de Río Grande. Con el funcionamiento de esta estación se podrá activar con tiempo suficiente el sistema de alerta nacional para proteger a todas las personas que viven al norte de esta región.

Para promover una cultura de prevención de riesgos y de conocimiento de acciones de respuesta ante posibles desastres, se ha trabajado en la formación de nueve comités de seguridad escolar, nueve brigadas y planes de seguridad escolar. En este ámbito también se han preparado pequeñas cuñas para su difusión radiofónica en emisoras locales y acercar así a la población el significado de las alertas de huracanes e inundaciones para poder actuar según los planes de evacuación.

De manera paralela, se ha trabajado para mejorar los medios de vida de los habitantes de la región, promoviendo la creación de bancos de semillas en 12 comunidades, la formación a la población en general –y a agricultores y pescadores en particular– sobre la conservación y la protección de sus medios de vida.

Un elemento novedoso en esta intervención ha sido la realización de un diagnóstico de género y edad que permitió visibilizar las desigualdades y poder atajar este problema con la incorporación y liderazgo de mujeres en los comités de prevención de desastres y la sensibilización a las organizaciones socias en la importancia de la igualdad de género.

Informe de evaluación del proyecto

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