informe cero emisiones reales

COP26: Queremos cero emisiones reales

Las medidas para compensar las emisiones, en la línea del “Net Zero” no son eficaces para reducir las emisiones. Necesitamos cero emisiones reales.

 Tras una semana de negociaciones en la Cumbre del Clima de Glasgow (COP26), denunciamos que el compromiso real para la reducción de emisiones contaminantes, causantes del cambio climático, no existe.  Más allá de los discursos de los líderes allí reunidos, no se está tomando ninguna medida adicional, mientras se sigue financiando la expansión de los combustibles fósiles.

La preocupación se extiende al recordar las COP pasadas, en un contexto de mayores y más preocupantes evidencias de los efectos del cambio climático que ya se dan, y de manera más violenta en ocasiones, y que golpean especialmente a quienes no han causado el problema. Este «deja vu» de las Cumbres del Clima que hizo que en pasadas reuniones se concluyera por parte de la sociedad civil que los culpables deben dejar de proponerse como salvadores, cuando alumbran supuestas soluciones que no son tales sino un desesperado intento  de «cambiar» para que nada cambie.

Queremos cero emisiones reales

Frente al ‘Net Zero’ (es decir, la meta de cero emisiones netas) que los líderes están anunciando -algunos para 2050, otros 2060 e incluso para 2070- hay que apostar por el ‘Real Zero’ (cero real), que pasa por un cambio drástico en el sistema económico. Esto implica acciones urgentes para comenzar la transición de nuestro modelo de producción y consumo, de transporte, alimentario, de energía e industrial.

Isabel Iparraguirre, coordinadora de Transición ecológica e innovación de Alianza-ActionAid, señala que:

“Anunciar una meta de «cero neto para 2050», como escuchamos estos días, no es suficiente para mostrar un plan comprometido, transformador y serio de acción climática. Especialmente cuando las oímos en boca de empresas contaminantes y países del Norte Global, parece una operación de greenwashing. Si tenemos una posibilidad de evitar alcanzar un punto de no retorno y un colapso climático paulatino necesitamos soluciones reales para alcanzar un ‘cero real’ de forma justa y rápida, y es algo que no estamos viendo en esta COP”.

«Falsas» medidas de compensación de emisiones

El “cero neto” en realidad no significa el fin de las emisiones, puesto que no supone ninguna transformación del modelo, y se continuará contaminando. Lo que está encima de la mesa es que las emisiones se compensen por dos vías fundamentales: la primera, en un mercado de carbono, cuya organización y funcionamiento aún sigue en discusión en la Cumbre en torno al artículo 6 del Acuerdo de Paris; y la segunda, con nuevas tecnologías, como la captura y almacenamiento de carbono, que aún no se han probado a gran escala. Una mezcla de financiarización del problema, es decir de proponer como solución un instrumento financiero, y de tecnoilusionismo que han mostrado  limitaciones evidentes como soluciones si nos atenemos al constatado incremento de gases de efecto invernadero.

En todo caso estas compensaciones, en general, requieren actuar, a través de la plantación de árboles, en grandes extensiones de territorio, casi siempre en el hemisferio sur, lo que implicará el acaparamiento de tierras con un gran impacto en las comunidades indígenas y campesinas. Por tanto, estos objetivos ‘cero neto’ ocultan en realidad, una profunda desigualdad e injusticia encaminada a que los países del norte sigan quemando combustibles fósiles sin plantearse ningún cambio.

Millones de árboles prometidos, sin tierra para ser plantados

Tal como subraya el informe de ActionAid, en colaboración con otras organizaciones,  Not Zero: cómo los objetivos “cero neto” disfrazan la inacción climática, las medidas de compensación  planteadas hasta ahora son un “espejismo”, que olvidan que el calentamiento global está ya aquí, y que pasan por confiar en futuras tecnologías, aún no probadas, o en plantaciones de los millones de árboles prometidos, para las que no hay suficiente tierra disponible.

Hablar de cero emisiones netas para 2050, supone aplazar la toma de decisiones y medidas y trasladar la responsabilidad de actuar a quienes serán sus sucesores políticos. Según los modelos de presupuestos de carbono, 2050 será tarde, ya que una reducción considerable de las emisiones debe conseguirse en esta década para impedir una subida superior a los 1,5ºC a final de siglo.

Mientras las empresas siguen quemando combustibles fósiles

Se da la circunstancia de que, al mismo tiempo que ocurren estos anuncios,  grandes empresas de combustibles fósiles como BP y Shell, se suman a este objetivo ‘net cero’. Mientras, tienen previsto extraer y quemar un 120% más de combustibles fósiles del límite fijado para mantener el planeta por debajo de 1,5°C del calentamiento, haciendo imposible el cumplimiento del Acuerdo de Paris.

Las investigaciones demuestran que los ecosistemas naturales y biodiversos secuestran carbono de forma más eficaz que las plantaciones de árboles, pues son más resistentes a la sequía, los incendios y las inundaciones; y que el medio más eficaz para la protección de esos ecosistemas es salvaguardar los derechos de los pueblos indígenas, los guardianes de sus territorios.

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