Solo en 2020, los desastres naturales consecuencia del cambio climático generaron 231.000 millones de euros en pérdidas.

Pero la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (de la que forman parte los países) no da apoyo financiero a los países para la reconstrucción y recuperación para estos desastres climáticos. Actualmente la creación de este fondo se discute en reuniones técnicas, en lugar de los foros de alto nivel como la COP26, con lo cual es muy difícil arrancar a los países ricos un compromiso con los más vulnerables.

Las negociaciones de este año en la COP26 son una oportunidad urgente para que los líderes mundiales decidan cómo será nuestro futuro, y necesitan escuchar las voces de quienes están en la primera línea de la crisis climática. Sin embargo, la Covid-19 y las restricciones de viaje debido al desigual acceso a las vacunas, impiden a las comunidades del sur global participar en este importante debate.

No es justo que los más vulnerables y los que menos emisiones lanzan a nuestra atmósfera paguen los platos rotos del cambio climático.

Necesitamos acción climática real y urgente.

Que los países más ricos cumplan sus promesas.

Alza tu voz, por la Justicia Climática.