Lucha contra el racismo y xenofobia en España

“Nos quitan el trabajo”, “son delincuentes”…Nuestra sociedad criminaliza a las personas migrantes con una facilidad asombrosa. Pero lo cierto es que ésta aporta grandes beneficios al conjunto de la misma. Es un hecho real demostrado por diversos estudios e instituciones nacionales e internacionales. Un ejemplo: los migrantes contribuyeron a la mitad del fuerte crecimiento que se produjo en España entre 2000 y 2005.

Sin embargo, nuestro marco legal no ayuda precisamente a la inserción de los inmigrantes, es más, lo dificulta. Nuestra Ley de Extranjería marca el inicio de un ciclo represor que divide a las personas entre ciudadanía (documentados/as) y no ciudadanía (no documentados/as) y a partir de la que se articulan toda una serie de mecanismos que impiden o dificultan a las personas migrantes acceder a derechos y servicios: desde a un puesto de trabajo pasando por la educación, la sanidad y la protección social.

Las personas que se encuentran en situación administrativa irregular están sometidas a situaciones de angustia continua, pudiendo ser paradas por la policia en cualquier momento o, incluso, llegando a ser recluidas en el Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) o ser deportadas a su país de origen.

Datos 2018:

7855

personas internadas

11384

expulsiones

22%

expulsiones más que el año anterior

Ibtissan

“Yo quería demostrar que lo que dijo mi profesor no era correcto, que yo valía y podría llegar donde yo quisiera”

Ibtissan. Muestra las fotos de su padre con mucho orgullo, reconoce que ha heredado su carácter e inteligencia. Un 8,5 fue la nota que obtuvo en Selectividad. Ha acabado dos carreras y un máster, echando por los suelos lo que su profesor de Filosofía le dijo un día: que la universidad iba a ser muy difícil para ella y que mejor hiciese un grado medio.

El primer año en España tras dejar Marruecos fue muy doloroso. No conocía el idioma y no podía participar en las conversaciones ni seguir las clases, lo que le provocó una depresión con tan solo 17 años. Pero su esfuerzo y las horas de estudio en las bibliotecas le dieron la recompensa: “Yo quería demostrar que lo que dijo mi profesor no era correcto, que yo valía y que llegaría donde quisiera”.

Nuestro trabajo

  • Promovemos la interculturalidad y la diversidad en todos los ámbitos como estrategia contra el racismo y la xenofobia.
  • Implicamos a la ciudadanía en la lucha contra el racismo a través de la formación de agentes antirrumores que sepan hacer frente a los estereotipos y prejuicios con los que se relacionan a las personas migrantes.