19 de noviembre, Día Mundial del Saneamiento.
- En el ámbito rural la población sin acceso a saneamiento es superior al 50%
- Más de mil millones de personas defecan al aire libre
- Exigimos que la gestión y regulación del agua y el saneamiento no se mercantilicen y sean gestionados bajos criterios de servicio público
- El compromiso Ayuda Oficinal al Desarrollo en materia de saneamiento debe mantenerse para garantizar este derecho humano
Actualmente, 2.500 millones de personas carecen de acceso a saneamiento adecuado a pesar de que en 2010 la Asamblea General de Naciones Unidas declaró el derecho al agua potable y al saneamiento como un derecho humano. Desde la Coordinadora de ONG para el Desarrollo (que agrupa a casi 100 ONGD) se recuerda que las limitaciones a este derecho tienen preocupantes consecuencias sobre la vida de las personas y sus derechos.
El saneamiento no sólo es vital para la salud, también lo es para la educación ya que sus deficiencias pueden causar enfermedades que afectan directamente al rendimiento escolar. Por otra parte, las instalaciones inadecuadas dificultan la asistencia de las adolescentes a las escuelas, limitando así su capacidad de desarrollo.
El acceso al agua, el saneamiento y la higiene forman un trinomio clave para combatir la pobreza, mejorar la salud y la educación, proteger el medio ambiente y, en definitiva, reconocer la dignidad humana -especialmente las mujeres cuya situación de vulnerabilidad aumenta a medida que se incumplen los derechos humanos.
En consecuencia, defendemos que la gestión y regulación de los servicios de agua y saneamiento se realicen de acuerdo con los criterios de servicio público y no se conviertan en un activo financiero, poniendo en peligro este derecho humano.
Por todo ello, pedimos al Gobierno de España:
- Que proteja y promueva el derecho al agua y al saneamiento con un modelo público que garantice el acceso de todas las personas a este derecho
- Que España continúe apoyando la misión de la relatora especial de las Naciones Unidas sobre el derecho humano al agua y saneamiento. El trabajo que ha venido desarrollando la relatora ha sido muy efectivo a la hora promover este derecho; retirarle el apoyo que España venía ofreciéndole podría tener graves consecuencias sobre su labor.
- Que España cumpla sus compromisos con el Fondo de Cooperación para Agua y Saneamiento (FCAS). España se comprometió a aportar 1.200 millones de euros para este fondo que aún no han sido aportados en su totalidad; la situación de crisis no puede ser utilizada de excusa para no hacerlo. Demandamos, además, que los proyectos apoyados por el FCAS no se centren solo en infraestructuras de saneamiento, sino que, desde el enfoque de derechos, tengan en cuenta aspectos clave como la sostenibilidad o la equidad. Actuaciones de este tipo son esenciales no solo para el fomento del desarrollo, sino también para la prevención de desastres medioambientales
- Que, ante el incumplimiento de los compromisos asumidos en los Objetivos de Desarrollo del Milenio, ante la incapacidad para alcanzar las metas establecidas en este sentido, se promueva el acceso al agua, al saneamiento y a la higiene como aspectos prioritarios de la nueva agenda post 2015. No hacerlo tendrá gravísimas consecuencias sobre la vida de 2.500 millones de personas.
- Que apoye acciones que incrementen el conocimiento y la sensibilización de la sociedad española sobre este el derecho humano al saneamiento.
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