Ayudando a preservar las lenguas nativas de Senegal

En Ndiarène, un pueblo del norte Senegal, alumnas y alumnos adultos, aprenden a leer y escribir wolof, la lengua que más se habla en Senegal, y a calcular. Todo ello con un interés práctico y funcional, adaptándose a las necesidades de las personas para que aprendan a gestionar sus actividades diarias.

Las mujeres son las principales beneficiarias de este plan financiado por la Agencia Española de la Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), pero también los hombres que quieren aprender están invitados a estas clases. Los cursos están organizados en diferentes módulos que tratan muy diversas temáticas, así, las alumnas y alumnos aprenden también cómo prevenir la malaria, a reflexionar sobre el rol de la mujer en la sociedad y en la estructura familiar, a conocer el proceso para tener la propiedad de una tierra o a gestionar el dinero que se obtiene a través del comercio o la agricultura.

En Senegal, el 52% de la población es analfabeta y de ese porcentaje un 64% son mujeres. En la región de Saint-Louis, un 59% de la población no sabe ni leer ni escribir y las mujeres son las más afectadas, representando el 72% de esa población.

Para Astou Ndiaye, una mujer que asiste a estas clases, “es necesario que las mujeres seamos instruidas y ocupemos el mismo puesto que los hombres en el hogar y en la educación. También tenemos interés en ir a la escuela”.

Seynabou Thian, otra de las estudiantes, explica que “es de una importancia capital lo que aprendo aquí porque antes no podía escribir y eso me limitaba. Ahora las mujeres podemos organizarnos mejor, tanto nuestras actividades personales como las que realizamos todas las mujeres juntas. Podemos redactar informes de nuestras reuniones y que las que no hayan podido asistir los lean después y estén informadas de lo que se ha hablado”.

Moudu Gaye, uno de los alumnos varones, cuenta que la gestión de las actividades que realizan juntos hombres y mujeres en cuanto a producción hortícola y de arroz es ahora más sencilla: “Antes era difícil hacer un seguimiento de todo lo que haces y lo que ganas”.

Como dice Souleymane Ndiaye, el facilitador que les ayuda a que sean conscientes de los conocimientos que ya tienen y los asienten: “si no aprendes no piensas y la educación es la base de una persona”.

Artículo publicado en El País.
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