Esta semana hemos comenzado las distribuciones para frenar la crisis alimentaria en Haití. La entrega de pagos en efectivo para las familias afectadas por la crisis alimentaria ha tenido lugar en la comuna de Bainet, situada en el departamento del sudeste de Haití, uno de los más afectados a nivel humanitario.

Frenar la crisis alimentaria en Haití

Cada familia recibe el equivalente a unos 100 $ en moneda local para la compra de alimentos y bienes de primera necesidad. Gracias a estas distribuciones, además de apoyar a las familias, se consigue dinamizar la maltrecha economía local. Las familias también reciben información sobre el uso del dinero entregado y buenas prácticas nutricionales. Todo esto en un país donde algo menos de la mitad de la población se va a la cama con el estómago vacío. Según datos de la última Clasificación Integrada de las Fases de la Seguridad Alimentaria (IPC por sus siglas en inglés) en septiembre 2021, se estimó que el 44% de la población padece inseguridad alimentaria aguda, debido a los impactos de los desastres naturales, la disminución de la producción agrícola, los efectos de la COVID-19, el deterioro económico debido a la violencia de las bandas armadas, la inseguridad generalizada y la inflación.

1,3 millones de personas en el umbral de la hambruna 

Actualmente 4,3 millones de personas en Haití pasan hambre, de las cuales 1,3 millones se encuentran en situación de emergencia humanitaria, el paso previo a declarar la hambruna. A través de estas tres distribuciones pretendemos contribuir al restablecimiento de la seguridad alimentaria y nutricional para 25.000 personas vulnerables afectadas por la crisis humanitaria. Este proyecto, “Respuesta de emergencia a la inseguridad alimentaria y nutricional de los hogares más vulnerables en IPC 4 en el departamento del sudeste”, que arrancó en mayo haciendo unos diagnósticos sobre malnutrición, está apoyado financieramente por la Unión Europea.