El cambio climático aumenta las desigualdades entre los países pobres y los más desarrollados

El cambio climático ha dejado hace tiempo de ser un problema del futuro, es un problema del hoy.

Nos enfrentamos al mayor y más urgente reto para la supervivencia de la humanidad. Los impactos climáticos como las sequías, inundaciones, ciclones, el aumento del nivel del mar, las pérdidas de cosechas y medios de vida están destrozando vidas, elevando la pobreza y causando retrocesos en los derechos de las mujeres en el mundo. El desplazamiento forzoso de personas, 24 millones en el mundo, ha alcanzado números abrumadores en 2017. Los efectos del cambio climático son ya causa estructural de muchos de los conflictos armados actuales.

Progresivamente, los efectos del cambio climático están impactando con más fuerza y mayor frecuencia en todo el mundo. No obstante, afectan de manera desproporcionada a las personas más pobres del planeta, aumentando las desigualdades que ya de por si nuestro modelo económico global impone.

Hay un marco de esperanza, y es que muchas personas alrededor del mundo, especialmente jóvenes, han logrado desencadenar una renovada y creciente movilización global de la sociedad civil en 2019 que saca los colores a la clase gobernante. Tras años de informes de la comunidad científica sobre el calentamiento global causado por nuestra actividad industrial y modo de relación con el planeta y sus consecuencias nefastas para la vida, no se han logrado alcanzar compromisos que realmente solucionen el problema y se transformen en una acción real para revertir la tendencia. Los movimientos juveniles están exigiendo con mucha fuerza que necesitamos nuevos modelos económicos y sociales. Nuestra manera de relacionarnos entre nosotros y con el planeta ha de cambiar radicalmente y tenemos que hacerlo cuanto antes.

Desde Alianza por la Solidaridad, llevamos años trabajando en América Latina, África y Asia donde, año tras año, vemos que el trabajo que estamos haciendo en respuesta a crisis humanitarias, las iniciativas de construcción de paz, el refuerzo a los sistemas agrícolas o el apoyo a los movimientos sociales de jóvenes y mujeres que luchan contra la desigualdad, cada vez se ve más afectado por el cambio climático. En Alianza entendemos que hablar de cambio climático es hablar de desigualdades, de derechos humanos y es hablar, además, de derechos de las mujeres.

La comunidad global, y específicamente los gobiernos, han de actuar de manera urgente para transformar el actual modelo económico, que es profundamente dañino para el planeta. La semana próxima se celebra en Nueva York la Cumbre de Acción Climática convocada por el Secretario General de Naciones Unidas. Se dan cita en Nueva York todos los mandatarios mundiales. Necesitamos que esta cumbre movilice la voluntad política que lleve a más compromisos de carácter vinculante y transparencia en cuanto a cómo después se implementan. Necesitamos ya una respuesta al problema por parte de gobiernos, empresas y población en general.

Es el momento de la sociedad civil para exigir cambios y proponer alternativas. En Alianza nos estamos sumando a los esfuerzos de la sociedad civil global por concienciar y movilizar para la acción: es crucial que se implemente el Acuerdo de París, que los estados adopten ya las medidas para reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero, que cuidemos nuestros ecosistemas y actuemos por la justicia global.

No olvidemos que los países ricos han de asumir una mayor responsabilidad. Los países más contaminantes han de financiar sus estrategias de mitigación, pero también de adaptación al cambio climático de los países y comunidades que más sufren los efectos del cambio climático en el Sur Global. Además, necesitamos un cambio del sistema que nos aleje de la dependencia nociva de los combustibles fósiles, agricultura industrial, o patrones de consumo y producción insostenibles.

Las mujeres tienen un papel fundamental como agente impulsor del cambio del modelo económico. Las mujeres en el Sur Global no solo son quienes se han visto afectadas de manera sustancial por los efectos del cambio climático, sino que son parte necesaria y obligatoria de la solución. Desde Alianza, continuaremos nuestro apoyo y acompañamiento a las iniciativas innovadoras que soluciones desde lo local en todos los lugares donde actuamos: impulsando iniciativas de agroecología en países como Haití, Nicaragua o Mauritania; generando iniciativas de empleo verde para jóvenes y mujeres en Senegal, Colombia, Marruecos o Palestina; aumentando la conciencia de la ciudadanía sobre la importancia de lograr un modelo de relación con el plantea que sea más sostenible, participando activamente en manifestaciones, huelgas, cierres de lugares de trabajo, movilizaciones en todos los lugares donde está presente.

La Federación Internacional Action Aid, de la que Alianza es miembro, reclama ante la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas que al menos:

  1. Se acuerden urgentemente metas justas de reducción de emisiones para mantener el aumento de la temperatura global por debajo de 1,5ºC.
  2. Se aseguren acciones climáticas que protejan los Derechos Humanos y los ecosistemas.
  3. Que los países ricos cumplan con el compromiso de aportar 100.000 millones de dólares por año para ayudar a los países en desarrollo a mitigar los impactos del cambio climático y sus emisiones de carbono.

Llamamos a la movilización de la sociedad civil y a la participación en la lucha climática.

Súmate a las manifestaciones del viernes 27:

  • Madrid: 18.00
  • Valencia: 18.00
  • Barcelona: 18.00
  • Sevilla: 19.00
  • Badajoz: 19.30

Cristina Muñoz (@Cris_Ifu_) Directora de programas

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