Exigimos la retirada de una hidroeléctrica española de territorio indígena en Guatemala
Las organizaciones Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra y la Asociación de Mujeres de Guatemala, lanzamos el jueves 5 de noviembre, una campaña conjunta con el fin de parar la construcción de una central hidroeléctrica proyectada por la empresa española, Ecoener-Hidralia, en Santa Cruz de Barillas (Guatemala). El proyecto empresarial ha desencadenado un grave conflicto social y ambiental en el municipio, donde viven 130.000 personas, de las que la mayoría rechazan esta represa en un río en territorio indígena.
El lanzamiento de la campaña, que consistirá en una recogida de firmas entre la ciudadanía y en la presión sobre las instituciones implicadas, tiene lugar con un acto (Ecooo, en C/Escuadra, 11 de Madrid a 19h) en el que se contará con la presencia del naturalista y divulgador ambiental Joaquín Araújo, el coportavoz de Equo, Juantxo López Uralde, guatemaltecos que sufren ya los impactos de la hidroeléctrica y la criminalización por parte de la empresa, representantes de las ONGs implicadas y el cantautor y poeta Ángel Petisme, que pondrá fin al encuentro con su música. Lo presentará el también naturalista Luis Miguel Domínguez, gran conocedor de Latinoamérica.
Las intervenciones en directo desde Guatemala serán de Rubén Herrera Herrera, quien inició el proceso de resistencia al proyecto, fue denunciado por la empresa española, absuelto y ahora tiene nueva orden de captura; y de Astrid Villatoro, hija de Adalberto Villatoro, otro opositor a la hidroeléctrica actualmente en prisión.
El proyecto de la empresa de origen gallego Ecoener-Hidralia se remonta a 2008. Desde su inicios, los pueblos indígenas Q’anjob’al, Chuj, Akateko, Popti’ de Barillas se han opuesto a la construcción de una represa en el río que articula su territorio: el Río Canbalam, llamada Cambalam I. La central hidroeléctrica supondría la apropiación del agua del Canbalam, frente al derecho ancestral a su uso por parte de los pobladores de la zona. Asimismo su construcción y explotación implicarían graves impactos ambientales, incluyendo movimientos de tierra, inundación de una amplia zona, pérdida de biodiversidad y destrucción de sitios sagrados.
Desde la llegada del proyecto Hidro Santa Cruz a la zona, el conflicto ha alcanzado altas cotas de vulneración de derechos humanos: asesinatos, secuestros, amenazas, agresiones a mujeres, encarcelamiento de líderes comunitarios… La situación llevó al presidente del país a decretar el Estado de Sitio durante 18 días. A finales de 2012, dada la fuerte oposición de las comunidades, parecía que Ecoener-Hidralia se iba a retirar de Barillas, pero no ha sido así y la empresa persiste en su intención de sacar adelante el proyecto. De hecho, en mayo de 2015, dos líderes opositores a la central fueron condenados a 33 años de prisión por delitos que aseguran no haber cometido. En total, actualmente hay siete personas en la cárcel por defender sus derechos y su territorio. Por estos hechos, la Asociación Mujeres de Guatemala formalizó una queja al Defensor del Pueblo español que fue admitida a trámite. La pasada semana, dos líderes más, también encarcelados, fueron absueltos de cargos que la Justicia considero no probados y puestos en libertad.
Todo lo ocurrido en estos siete años está documentado y recogido por los informes de Alianza por la Solidaridad, Amigos de la Tierra y la Asociación de Mujeres de Guatemala, que revelan los impactos en los derechos colectivos de los pueblos de la zona, así como otras vulneraciones de derechos humanos.
Alianza por la Solidaridad incluye este caso dentro de su campaña TieRRRa, que busca conseguir que las inversiones de las empresas en el extranjero, no sólo sean Rentables, sino que sean sobre todo Responsables con los Recursos naturales y los derechos humanos.
Amigos de la Tierra, por su parte, lleva años denunciando que la presa Hidro Santa Cruz no aporta ninguna mejora a las comunidades afectadas: ni empleo, ni servicios, ni beneficios sociales o medioambientales y, además, está inmersa en una controversia jurídica y social que arroja grandes sombras sobre el proyecto.
El Pueblo Q’anjob’al asi como las otros Pueblos de la Nación Maya, herederos del conocimiento, sabiduría y ciencia milenaria Maya, siempre hemos apostado a la construcción de la vida misma, no solamente de la sociedad humana, mucho menos solo del capital.