El modelo de gestión de residuos contra el cambio climático
Actualmente la actividad humana está interfiriendo en factores de la naturaleza como es el caso de la alteración de la atmosfera, uno de los factores que incide en la elevación de la temperatura terrestre, que se ve agravada por la emisión de gases de efecto invernadero (CO2 y metano) que se desprenden en el manejo inadecuado de residuos sólidos.
En Ecuador llevamos más de una década ejecutando proyectos de desarrollo ligados a la gestión de residuos sólidos, aportando mejora e innovación de los sitemas de gestión. Dentro de un marco de economía circular, concepto económico que se incluye en el marco del desarrollo sostenible y cuyos objetivos son: fomento a los sistemas de cohesión social, mejorar la provisión de bienes públicos globales y regionales, la producción de bienes y servicios al tiempo que reduce el consumo y el desperdicio de materias primas, agua y fuentes de energía. Al mismo tiempo, fortalece la sostenibilidad ambiental y lucha contra el cambio climático
El reciclaje de los residuos sólidos es una aplicación de economía circular, que mediante la valorización material de los residuos permite, por una parte en el caso de los residuos inorgánicos como el plástico, vidrio, papel o metal, producen un ahorro trascendental de materias primas, de energía y agua, disminuyendo la emisión de gases como el CO2, generados en su producción. Por su parte el adecuado tratamiento y reciclaje de residuos orgánicos a través de procesos como puede ser el compostaje, reduce las emisiones de lixiviados y gases de efecto invernadero como son el metano y el dióxido de carbono.
Las acciones de Alianza han tenido un impacto positivo en el 13,80% de los municipios ecuatorianos, convirtiéndolos en pioneros en la gestión integral mancomunada o individual de residuos sólidos. Alianza tiene una amplia experiencia en intervenciones relacionadas con la economía circular de la gestión integral de residuos sólidos domésticos, en la recolección separativa y en la incorporación de nuevos procesos como el triaje, el compostaje, el empacado previo de la fracción rechazo, la implantación de planes de corresponsabilidad socio ambiental y recientemente el aprovechamiento de los lixiviados de origen orgánico, como aporte a mejorar la cadena de valor de los residuos orgánicos.
La gestión de residuos sólidos orgánicos que Alianza por la Solidaridad lleva en Ecuador prima la transformación de los mismos en compost. Durante este proceso de trasformación se ha observado que el lixiviado producido, es un líquido con alto contenido en nutrientes susceptible de ser utilizado como abono líquido. La producción de compost y de abono liquido ha sido normalizada siguiendo los protocolos establecidos por Fundación ALIANZA y los productos son certificados emitidos por la AGENCIA ECUATORIANA DE CALIDAD DEL AGRO (AGROCALIDAD).
En los terrenos cercanos a los centros de gestión de residuos sólidos de las EMMAI se constató que la baja potencialidad productiva de los suelos podía ser mejorada con el uso de fertilizantes orgánicos solidos y líquidos, se establecieron parcelas demostrativas con cultivos de maíz, melloco, fresas, papas, quinua y pastos, lográndose destrezas entre los agricultores para la utilización de estos fertilizantes de acuerdo a paquetes tecnológicos creados, y se constató en las parcelas demostrativas que el uso del compost y del abono liquido provoca un aumento en la producción entre el 5 y el 15% de los cultivos tradicionales (mejorando incluso el tamaño de los frutos, permitiendo una mejor comercialización).
La participación ciudadana ha sido clave para este éxito gracias a que, mediante un plan comunicacional incluyente, clasificaban en domicilio los residuos consiguiendo que los centros de gestión residuos tuvieran una tasa de impropios por debajo del 15% y erradicando aquellos peligrosos (residuos hospitalarios, químicos, pilas…). De esta manera se favorece a la agricultura baja en insumos externos, la sostenibilidad de la producción, el respeto al medio ambiente y la lucha contra la pobreza.
El trabajo en este tiempo de Alianza por la Solidaridad ha contribuido a crear 6 empresas mancomunadas que operan en 28 municipios y permiten que diariamente se recuperen alrededor de 100 ton de residuos orgánicos que son gestionados como compost material que luego es usado en la recuperación de suelos en las zonas de acción de las respectivas EMMAI, la producción anual de compost en las EMMAI brinda abonos para cerca de 520 hectáreas de terrenos agrícolas. Este modelo, además, ha permitido fortalecer institucionalmente a los municipios interrelacionados de forma ya que se optimizado las inversiones en la prestación del servicio permitiendo destinar mas recursos financieros a otras áreas del saneamiento como son agua potable, alcantarillado y letrinización.
QUE ES UN CENTRO DE GESTION INTEGRAL DE RESIDUOS SOLIDOS?
Es un espacio ubicado en cada una de las EMMAI que permite la gestión y disposición final de todos los residuos producidos en el territorio mancomunado, para ello cuenta con los siguientes equipamientos:
- Naves para gestion de residuos orgánicos mediante compostaje.
- Naves para gestion de residuos inorgánicos mediante, sistema de triaje, almacenamiento de reciclables por fracción (PET,PEAD,PEBD, cartón, papel, vidrio).
- Sistema de prensado para el rechazo.
- Vaso de vertido ( relleno sanitario de alta densidad)
- Sistema de gestión de lixiviados.
- Celda de seguridad para residuos hospitalarios.
- Area de guardianía, área sanitaria, área administrativa.
- Centro de interpretación para educación ambiental.
El componente innovador tecnológico que Alianza por la Solidaridad ha implementado para la disposición final de los residuos sin más vida en un vertedero cntrolado consiste en aplicar el sistema de compactado y empacado en seco, contempla el prensado y empacado de residuos que modifica el concepto de operación con una celda diaria eliminando la necesidad del uso de equipo pesado, reduciendo el volumen del material para la cobertura ya que las pacas de los residuos se enfardan con material plástico aislándolas del contacto con agua y el aire disminuyendo así la producción de gases de efecto invernadero y lixiviados aportando a la lucha en contra del cambio climático. Además, duplica la vida útil del vertedero al incrementar en igual proporción la densidad de las pacas respecto de un sistema de compactado tradicional, reduciendo así los costes a la mitad con respecto del método tradicional.
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