El Gobierno abandona la lucha contra el cambio climático y el hambre en favor de los intereses industriales
El gobierno español a punto de sumarse a los países más sucios de la UE en materia de agrocombustibles.
Las organizaciones de Coalición Clima, de la que Alianza por la Solidaridad forma parte, muestran su alarma por la previsible decisión que se tomará esta tarde en la reunión de representantes del Consejo Europeo.
El Gobierno abandona la lucha contra el cambio climático y el hambre en favor de los intereses industriales, en la línea mantenida por Ministro Arias Cañete.
Organizaciones sociales expresan su gran preocupación ante la votación que celebrará esta tarde el Comité de Representantes Permanentes (COREPER) del Consejo Europeo. Se propone limitar el fomento de agrocombustibles de primera generación a nivel europeo, pero países como España parecen dispuestos a bloquear la reforma. Una decisión que sería nefasta para la lucha contra el cambio climático, el hambre, la deforestación o el acaparamiento de tierras.
El Gobierno español parece tener intención de alinearse con el bloque de países que obstaculizan de forma sistemática las políticas comunitarias más ambiciosas en materia de cambio climático, los “países sucios”, entre los que destacan Polonia o Hungría. El ejecutivo español ha seguido una línea preocupante en lo que va de legislatura, con Miguel Arias Cañete como ministro de Medio Ambiente, dando un escaso impulso a la agenda climática.
Los agrocombustibles de primera generación, que la propuesta discutida esta tarde intentaría limitar, se elaboran a partir de materias agroalimentarias como aceites vegetales, cereales o caña de azúcar. De acuerdo con Lourdes Benavides, representante de Oxfam Intermón “la política europea de fomento de los agrocombustibles ha contribuido a la subida de los precios de alimentos básicos en los mercados mundiales, a la deforestación y al acaparamiento de tierras fértiles para cultivos energéticos. Es decir, hambre y miseria para millones de personas en los países empobrecidos”.
Desde Bruselas se fomentó el uso de estos carburantes, sin tener en cuenta los factores ILUC (cambios indirectos en el uso del suelo derivados del cultivo de materia prima para combustibles) y su consecuente impacto en la emisión de gases contaminantes. Para Abel Esteban, representante de Ecologistas en Acción, “es imprescindible limitar al máximo la utilización de agrocombustibles de primera generación ahora que se han confirmado los peores escenarios de aumento de temperaturas».
La propuesta del Consejo Europeo es de limitar el consumo de estos agrocombustibles al 7% en el marco de los del objetivos de un 10% de energía renovable en el transporte europeo en 2020. Se trata de una propuesta muy tímida e insuficiente, pero ni siquiera así los países menos comprometidos con la acción climática, como España, parecen dispuesta a aceptarla.
La orientación de las políticas energética y climática españolas se explica desde el escaso impulso que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medioambiente ha dado a la agenda climática y ambiental, frente a una agenda con consecuencias nefastas para la lucha contra el cambio climático por parte del Ministerio de Industria y Energía.
Más información: Abel Esteban, Ecologistas en Acción, 659383159
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