Impuestos de los gigantes tecnológicos para frenar la Covid-19

Un blog de Julia Sánchez, Secretaria General de ActionAid Internacional

Los líderes de los países más ricos se juntaron hace unos días en la cumbre del G7 en Reino Unido, siendo ésta, la primera vez que se han reunido “en persona” desde el principio de la pandemia. Hubo un gran número de asuntos complejos que los líderes del G7 debatieron en la cumbre. Entre ellos, cómo acabar con la pandemia, iniciar la recuperación y prepararse mejor contra el cambio climático.

En la reunión se acordó que las grandes empresas paguen al menos un 15% del impuesto de sociedades. Sin embargo, no incluye ninguna alusión a las tecnológicas.

El Gobierno del Reino Unido tenía una gran presión, ya que no solo hospedaban la cumbre del G7 sino también las charlas sobre el cambio climático de la ONU que se llevarán a cabo más tarde este mismo año. La pregunta que rondaba por la cabeza de todos y todas era: ¿Quién afrontará la factura para estos problemas globales?

32 billones de dólares americanos

La investigación llevada a cabo por la federación de ActionAid, de la que formamos parte desde 2018, muestra que los países del G-20 dejarán de ganar alrededor de 32 billones de dólares americanos anualmente en impuestos de tan solo las cinco compañías tecnológicas más grandes del mundo.

Y es que el impuesto justo de un único año de las grandes compañías de tecnología Amazon, Apple, Facebook, Alphabet y Microsoft bastarían para pagar las dos dosis de vacunación completa de la Covid para todos los habitantes de la Tierra.

Por supuesto, estos números tan solo muestran en cierto sentido la gran cantidad de recursos que se mueven en los impuestos de las grandes compañías de tecnología. En la práctica, es mediante el conocimiento compartido y la tecnología por la cual la producción de vacunas se puede acelerar para llegar al mayor número de personas posibles.

Una posible medida sería la renuncia temporal de las patentes de las vacunas (al igual que de otras medidas para la prevención y tratamiento de la COVID-19), que fue defendido por India y Sudáfrica al igual que más de 100 países en la Organización Mundial del comercio. La administración de Biden apoyó la renuncia de patentes de las vacunas. Sin embargo, el Gobierno del Reino Unido como anfitrión de la G7 no ha hecho lo mismo.

Pero el nuevo informe de ActionAid: ‘Mission Recovery: How Big Tech’s Tax Bill could kickstart a fairer economy’ ofrece una manera viable por la cual los gobiernos pueden incrementar la presión fiscal y financiar vacunas, servicios públicos y recuperación verde. Los gigantes tecnológicos como Amazon, Apple, Facebook, Alphabet y Microsoft tienen un mercado extenso alrededor del mundo y han acumulado billones en beneficios durante la pandemia.

Necesidad de instaurar un sistema tributario global justo

Si el sistema tributario global de las empresas fuese justo, los gobiernos podrían aumentar sus ingresos por impuestos y financiar un mejor sistema de sanidad para ayudar a acabar con la pandemia y empezar la recuperación.

Los comentarios del tesorero de EEUU Janet Yellen sobre los impuestos de empresas hacen que este sea un momento esperanzador para pedir un mínimo global de impuestos a empresas que impactaría a los gigantes tecnológicos de Silicon Valley, que son grandes contaminadores y cuya riqueza ha crecido exponencialmente durante la pandemia de la Covid-19.

Otra pregunta que nos desconcierta es ,¿Cómo deberíamos determinar los impuestos que estas empresas tendrían que pagar en cada país en el que operan? Hay muchas posibles maneras en la que estos podrían ser calculados, la mayoría de ellas recomiendan mirar ciertos factores de estas empresas, como sus ventas, bienes y número de empleados en cada país.

Si la empresa no contribuye a mostrar estos números, calcularlos no es una tarea fácil, pero sí que hay una figura indicativa que nos puede ayudar a crear una buena estimación: La cantidad de usuarios en cada país.

Por ejemplo, en tan solo 20 países desarrollados, hay alrededor de 1.5 billones de usuarios de internet accediendo a Google, alrededor de 900 millones usando Microsoft y más de 750 millones usando Facebook. Para estas compañías, el número de usuarios es un buen indicador de tanto sus ventas como sus bienes. Para las compañías digitales, los datos de los usuarios son probablemente la mercancía de más valor, estos datos son minados de diferentes maneras y pueden ser vendidos después.

Reforma internacional de los impuestos

ActionAid es una de tantas organizaciones que piden una reforma internacional de los impuestos a empresas que asegure que estas reflejan su verdadera presencia económica y que se introduzca un mínimo de impuestos a pagar para luchar contra el problema de los paraísos fiscales. Primero, necesitamos saber la cantidad que estas empresas pagan (o no pagan) en los países en los que están presentes.

Algunas compañías, como grandes bancos en la UE, ya son parte de la “declaración del informe país por país” que hacen que estas empresas sean transparentes sobre sus datos financieros y de impuestos en cada uno de los países en los que operan. Este requerimiento debería extenderse a todas las grandes empresas multinacionales.

Es más, queremos que los países del hemisferio sur tengan voz en establecer las reglas de los impuestos globales, y estas es la razón por la que apoyamos a los y las que piden la creación de una comisión de impuestos de la ONU, que tenga poder y recursos para imponer unas reglas justas a estos impuestos.

Desigualdades incrementadas en la pandemia

La gente de a pie ha sido la que más ha sufrido esta pandemia: trabajadores en contratos precarios, héroes sanitarios que han estado en primera línea y trabajadores esenciales (la mayoría de los cuales son mujeres). Aquellos que trabajen duro y paguen sus impuestos tienen derecho a estar furiosos, despertando cada día viendo titulares acerca de los ricos y las ricas haciéndose más ricos y más ricas mientras que el mundo se enfrenta a una crisis económica y sanitaria.

La riqueza de un 1% de la población ha aumentado en 3.9 trillones de dólares americanos desde que ha empezado la pandemia, mientras que la Organización Internacional del Trabajo reclama que los trabajadores y las trabajadoras  han perdido alrededor de 3.7 trillones de dólares americanos en esa misma cantidad de tiempo.

Pese a que el acuerdo al que se ha llegado en el G7 podría en parte minimizar el problema, todavía hace falta esperar a su puesta en marcha. Además, las voces de los países del sur global deberían ser escuchadas a la hora de establecer normas fiscales globales.

El  estudio de ActionAid muestra que billones podrían estar en juego en esta reforma de los impuestos internacionales de empresas que se necesita desde hace tanto tiempo, y que sería suficiente para transformar los sistemas de salud y educación que ahora mismo no tienen los recursos necesarios.

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