La ayuda humanitaria para Gaza, ¿dónde está un año después?
Hoy 7 de julio de 2015 hace justamente un año del inicio de la Operación Margen Protector, una ofensiva militar israelí contra la Franja de Gaza que duró 51 días y que ha supuesto un nivel de sufrimiento y destrucción sin precedentes para sus habitantes, según declaraciones del Secretario General de Naciones Unidas, Ban Ki-moon.
A raíz de los ataques, los países donantes, reunidos en El Cairo en octubre de 2014, se comprometieron a donar unos 3,1 billones de euros a Gaza para la reconstrucción. Solamente un 26,8 % de esos fondos ha llegado a la población, según los últimos datos disponibles, una situación que se debe tanto al bloqueo por parte de Israel de la entrada de ayuda humanitaria como a la falta de cumplimiento de los compromisos internacionales.
La operación militar que tuvo lugar entre julio y agosto de 2014, acabó con la vida de 2.132 palestinos y palestinas, de los que el 70 % son civiles y entre los que hubo, al menos, 500 niños y niñas. En total, 19.000 hogares fueron destruidos por las bombas. A día de hoy aún hay 17.500 familias sin hogar.
La ofensiva israelí dejó muy tocado el sector salud en la Franja de Gaza, al resultar dañados 17 hospitales, 56 clínicas de atención en salud primaria y 45 ambulancias, lo que ha tenido un efecto directo en una población que ahora tiene muchas menos posibilidades de acceder a servicios de atención que respondan a sus necesidades más inmediatas en una situación de guerra.
Entre los problemas de salud y psicosociales que han afectado a las mujeres durante la guerra y después de ella, se han detectado los siguientes problemas, según un informe de la organización UHWC, socia de Alianza por la Solidaridad: infecciones vaginales por falta de higiene al no tener acceso a servicios adecuados, nacimientos prematuros, abortos, riesgo de acoso sexual en los nuevos hogares y refugios, estrés y violencia. Todas estas situaciones han aumentado la sensación de inseguridad y problemas psicológicos, que en la mayoría de los casos están invisibilizados.
Por otro lado, un año después de la operación Margen Protector también se ha detectado un incremento importante de casos de violencia de género, que afectan directamente a mujeres y a niños y niñas, sobre todo a los que continúan viviendo en refugios que iban a ser provisionales y se han convertido en sus hogares.
Alianza por la Solidaridad, en coordinación con organizaciones locales como SAWA, UHWC y CFTA, durante este año hemos trabajado para reducir el sufrimiento y mejorar las condiciones de vida de la población palestina, especialmente las mujeres, dando respuesta a la situación de violencia de la que son víctimas.
Este año, se han prestado servicios en salud sexual y reproductiva a 4.000 mujeres, identificando casos de violencia de género, se han impartido sesiones de sensibilización sobre violencia en las clínicas a unas 1.500 personas de todas las edades, incluidos menores, y se ha proporcionado acompañamiento directo a 150 mujeres víctimas de violencia. Además, 276 mujeres han participado en sesiones de formación para conocer sus derechos y obtener capacidades para afrontar y superar las situaciones de conflicto y se ha proporcionado formación y acompañamiento a 30 profesionales para mejorar su respuesta integral y coordinada a casos de violencia en situación de conflicto. Asimismo, se ha dotado del equipamiento necesario y de medicamentos a dos clínicas de Gaza: Rafah y Jabalia. Todo ello con el apoyo financiero de la Oficina de Naciones Unidas para la Ayuda Humanitaria y de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo.
A día de hoy, Alianza por la Solidaridad recordamos que queda mucho por hacer y que la ayuda internacional comprometida para la reconstrucción no ha llegado en su totalidad, lo que está vulnerando los derechos humanos de la población palestina.
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