Las cuidadoras de las nuevas generaciones colombianas: madres comunitarias
Nuestra compañera Laura Sancho, voluntaria de Alianza por la Solidaridad en Colombia, que se encontraba en la región como parte de un proyecto de la Agencia Europea de Ayuda Humanitaria (ECHO), fue a parar a Buenaventura, el municipio más extenso del Valle del Cauca y donde se encuentra el principal puerto marítimo del país.
En este país habitan unas mujeres reconocidas por su solidaridad, convivencia y compromiso, que son denominadas «madres comunitarias», cuya dedicación es cuidar de grupos de niños emientras sus padres buscan trabajo.
En su estancia, Laura relata que en Colombia hay «más de 69.000 mujeres trabajan en programas de cuidado infantil en hogares gestionados por el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF)»que cuidan de pequeños grupos de entre doce y catorce niños de hasta seis años que se encuentran en situación de pobreza y que provienen de asentamientos de casas junto al río. Además, son ellas mismas las que afrontan los costes de los cuidados a los menores.
Luz Mery Rentería Gamboa y Graciela Rentería Vivero son dos de estas madres comunitarias. Graciela, que desempeña su trabajo desde 1985, trabajaba desde las ocho de la mañana a las cuatro de la tarde y su labor consiste en «enseñar a los más pequeños lo usos y costumbres de su zona, además de transmitir valores y el buen trato con los demás».
Por su parte, Luz Mery trabaja en uno de los hogares en cuya construcción ha colaborado Alianza por la Solidaridad. «Un día hicimos arroz con leche y limonada para todos los que estábamos trabajando. Todos colaboramos transportando arena, balastros y tablas. Fue un trabajo duro pero muy gratificante, y ahora doy gracias a todos por tener esta nueva guardería», agradece la mujer.
María Elida, que está a cargo de otro hogar infantil de los que Alianza ha construido, relata orgullosa a nuestra compañera Laura que los padres se van «tranquilos» desde primera hora del día porque saben que este servicio garantiza el cuidado de sus hijos.
Desde 2008, Alianza por la Solidaridad ha contribuido con la construcción, remodelación y dotación de materiales a veinte de estos hogares comunitarios en la zona urbana o fluvial de Buenaventura, a la vez que contribuye al desarrollo y fortalecimiento de las comunidades con diferentes infraestructuras de agua y saneamiento básico, así como con programas de apoyo social e impulso de actividades económicas.
Enlace a la noticia en El País
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