Millones de indígenas ejercen de guardianes de la biodiversidad sin tener acceso a la propiedad de sus tierras
Un alto porcentaje de los 400 millones de indígenas que se estima que existen en el mundo carecen de títulos de propiedad de las tierras que ocupan y, por tanto están en riesgo de ser apropiadas por empresas, nacionales y transnacionales. Así se desprende de los últimos datos de la FAO y así lo ha comprobado Alianza por la Solidaridad en los países de América Latina y África en los que trabaja, países donde comprueba que los conflictos aumentan al mismo ritmo que los proyectos empresariales. Sólo en el Caribe y América Latina estas comunidades indígenas locales ocupan 100 millones de hectáreas, si bien apenas un 10% las tienen registradas oficialmente.
Con motivo del DÍA MUNDIAL DE LA TIERRA, Alianza hace un llamamiento para que aumente el apoyo internacional y se tomen medidas encaminadas a favorecer la titularidad de las comunidades locales de la tierra, trámites que son costosos y a los que millones de indígenas no tienen acceso.
Un reciente estudio científico, publicado en la revista Proceedings of National Academy os Science (PNAS), ha puesto de manifiesto que las zonas tropicales en las que la titularidad de la tierra ha pasado a manos de las comunidades locales indígenas, la deforestación ha caído hasta un 75% respecto a las que no lo están. Estas comunidades manejan un tercio de todos los bosques tropicales en países en desarrollo, pero al no estar bajo su titularidad oficial aumenta el acaparamiento por parte de empresas y población foránea, que acaban expulsando a las comunidades locales o generando conflictos. Es lo que ocurre en Perú con los bosques y la llegada de madereros, pero también en Guatemala con los ríos (que se acaparan para producción de energía hidroeléctrica), en Nicaragua (donde la minería del oro está en crecimiento imparable desde que la crisis financiera hizo resurgir las inversiones en este mineral) o Guinea Bissau, donde Alianza ha apoyado que las mujeres campesinas pudieran registrar la tierra a su nombre para frenar la deforestación y mantener un desarrollo sostenible frente a la llegada de grandes empresas agrícolas. Por el apoyo a las mujeres de Guinea Bissau, Alianza recibió el premio ONU Hábitat.
Alianza recuerda que la titularidad por parte de los pueblos indígenas y locales de la tierra no sólo frena el deterioro ambiental, sino que es una baza importante para ralentizar las emisiones de CO2 que amenaza la salud de nuestro planeta, dado que las zonas tropicales contienen grandes reservas de carbono.
La organización comparte con estos pueblos la defensa de los derechos de las comunidades indígenas sobre su territorio y señala que pueden ser un ejemplo de cómo respetar la naturaleza dentro de un marco de sostenibilidad.
En este sentido, considera fundamental que, además de la titularidad, se tomen medidas por parte de los gobiernos y las empresas para que no se pongan en marcha proyectos económicos y empresariales sin realizar previamente una consulta previa e informada a las comunidades indígenas cuyo territorio y recursos naturales se vean afectados directa o indirectamente, tal y como marca la legislación internacional (convenio 169 de la OIT). Del mismo modo, es fundamental que las empresas respeten los derechos humanos y los recursos naturales.
Alianza por la Solidaridad tiene en marcha la campaña TieRRRa (a favor de las inversiones responsables con el medio ambiente y los derechos humanos), que ha denunciado varios casos de acaparamiento en diferentes países desde su puesta en marcha: en Guinea Bissau (acaparamiento de tierras por parte de la empresa española Agrogeba); en El Salvador (acaparamiento de un acuífero por una embotelladora de Coca Cola); y en Guatemala (dos hidroeléctricas sobre sendos ríos en zona indígena, una de las cuales se paralizó y la otra sigue adelante, siendo construida por el grupo español ACS). En este último caso, hay que recordar que la producción de energía eléctrica a costa de este río indígena, el río Cahabón, es para la exportación y no para la población indígena afectada por el acaparamiento del río.
Las bases,los cimientos desde los que el ser humano debe regirse para crecer en bienestar propio. Deben ser: por encima ,y prioritariamente.respetando los derechos de su entorno y cualquier otro Ser vivo!..
El quítate tu pa ponerme yo!! Es de mala sangre!
No hay excusas,que valgan!!