Seminario sobre la agenda de paz y seguridad dentro de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU
En el Día Internacional de la Mujer, ActionAid Palestina (AAP) y Alianza Por La Solidaridad-ActionAid organizamos el seminario web o webinar “Perspectivas feministas sobre la paz y la seguridad de las mujeres bajo la ocupación israelí: las luchas diarias de las palestinas para crear responsabilidad y acabar con la impunidad”. Lo hicimos con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Durante el webinar, las y los ponentes destacaron los desafíos para la implementación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de la ONU. Se exige respetar los derechos humanos y brindar protección a la población civil, incluidas las mujeres, fortalecer la rendición de cuentas, poner fin a la impunidad y prevenir todas las formas de violencia de género y discriminación contra mujeres y niñas, mejorando su seguridad (física, psicológica y económica), sus oportunidades para una vida digna, su participación activa en la construcción de paz y las cuestiones relativas a la paz y la seguridad.
Al webinar asistieron más de 90 personas. Muchas, preocupadas por cuestiones de impunidad y rendición de cuentas en el derecho internacional, los derechos de la mujer, los derechos humanos, y la seguridad y la paz en general, y en Palestina en particular.
Las mujeres bajo la ocupación israelí
El objetivo del seminario era resaltar el impacto sobre las mujeres de las medidas de la ocupación militar israelí en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO). Se expusieron la lucha y la vida diaria de las mujeres en los campos de refugiados de Jenin y Shu’fat, la lucha y el trabajo de las palestinas en Gaza, así como el papel y el activismo de las jóvenes palestinas de la Línea Verde.
Los ponentes destacaron diferentes formas de supervivencia y resistencia de las mujeres palestinas que viven bajo la ocupación israelí. Eran la Dra. Hanan Ashrawi, exministro de Educación Superior e Investigación y exmiembro del Consejo Legislativo Palestino; Tony Abu Akleh, hermano de la corresponsal de Al-Jazeera Shireen Abu Akleh, asesinada mientras ejercía su deber de periodista; Jihad Abu Zenaid, activista del campo de refugiados de Shu’fat y exmiembro del Consejo Legislativo Palestino; Aya Zenati, una joven activista de la Línea Verde; Farha Abu Heja, directora de la organización Kay, del campamento de refugiados de Jenin; Amal Syam, directora del Centro de Asuntos de la Mujer en Gaza y Hurria Dofesh, residente del barrio de Tel-Rumeida que soporta los ataques diarios de los colonos en al-Khaleel (Hebrón).
“El pueblo palestino está privado de la protección del Derecho Internacional y el Derecho Internacional Humanitario. No vemos que exista un Estado de derecho, a pesar de la emisión de la RCSNU 1325”, sentenció la Dra. Hanan Ashrawi.
La Dra. Ashrawi, al describir la situación de las palestinas, dijo: “Somos un pueblo privado de nuestros derechos y soberanía. Carecemos de control sobre nuestros recursos y nuestras vidas. Israel disfruta de impunidad y hay inmunidad. Este sistema ha demostrado su debilidad y fracaso en proteger a los grupos marginados y a las mujeres. Esto sucede mientras el mundo hace la vista gorda”.
Madres, guardias carcelarias
Por su parte, Jihad Abu Zneid compartió la experiencia de las madres palestinas en Jerusalén que reciben órdenes de arresto domiciliario. La mayoría de sus hijos, que recibieron arresto domiciliario, son menores de 14 años. Durante el período de la orden judicial, a estos niños no se les permite ir a la escuela ni acceder a los centros de salud sin supervisión.
Abu Zneid también compartió las diversas violaciones impuestas a las palestinas en Jerusalén, como la demolición de casas, la falta de seguridad y de libertad de movimiento y la imposición de leyes que niegan el derecho de las familias a vivir juntas. Terminó su intervención diciendo: “Las mujeres palestinas, no solo en Jerusalén, sueñan todos los días con ver a sus hijos regresar a casa sanos y salvos”.
Basta de impunidad
La joven activista Aya Zinatey compartió sus experiencias en el turismo alternativo organizando recorridos por pueblos y ciudades cuyas habitantes comparten sus vivencias y su vida cotidiana.
“Las prácticas y políticas israelíes no siempre se basan en la ley. Esas leyes están siendo legisladas arbitrariamente sin un control legal real. Reconocemos que esas leyes no establecen nuestros derechos”, declaró la joven Aya Zinatey.
Agregó que «las mujeres sufren muchas formas de persecución, también persecución política, más dirigida a actividades digitales y al activismo político en la esfera pública». Se ha comprobado que los derechos digitales de las palestinas son violados sistemáticamente. Zinatey subrayó que “las mujeres soportan la mayor carga de las demoliciones de casas y la mala infraestructura de los barrios y pueblos árabes”.
«La principal razón por la que Israel continúa atacando y matando a periodistas, demoliendo casas y otras prácticas es la falta de rendición de cuentas. Es hora de responsabilizar a Israel«. Así se posicionó Tony Abu Akleh, hermano de la corresponsal de Al-Jazeera Shireen Abu Akleh, asesinada mientras ejercía su trabajo. Afirmó que, aunque hay muchas investigaciones emitidas por instituciones internacionales y de derechos humanos que confirman que Shireen fue atacada por el ejército israelí, ni siquiera se esfuerzan para hacer que la ocupación rinda cuentas. Concluyó: “Continuaremos buscando justicia para Shireen. Pero lo más importante es hacer que la ocupación rinda cuentas”.
Palestinas en los campos de refugiados
Las mujeres del campamento de Jenin se distinguen por su fuerza, voluntad y negativa a ser desplazadas de nuevo. Así lo manifestó Farha Abu Al-Haija, directora de la organización Kay, que contó cómo las palestinas tienen que soportar la pérdida de sus familiares debido a los ataques israelíes en el campo. Esta realidad provoca un estado de incertidumbre en las mujeres que se pasan todo el tiempo preocupadas por el destino de sus familias e hijos.
“Las mujeres juegan un papel importante en este contexto para preservar la cohesión de la comunidad”, indicó Al-Haija.
Amal Syam, directora del Centro de Asuntos de la Mujer en Gaza, habló de los desafíos sobre el terreno en la implementación de la resolución creada por las violaciones de la ocupación israelí. Explicó cómo Gaza soporta cinco guerras y un bloqueo hermético por tierra, mar y aire, impuesto desde 2005, que está afectando a todos los aspectos de la vida. La situación en Gaza, dijo, “impide la participación económica de las mujeres en el mercado laboral y su acceso a tratamiento y a una buena atención médica. Esta situación provoca altos índices de pobreza, desempleo y penurias, creando, por tanto, un entorno propicio para la violencia de género”.
En referencia al hecho de que la RCSNU 1325 llama a activar la participación de las mujeres en los procesos de paz y reconstrucción, las palestinas aún están excluidas de los diálogos de reconciliación entre las facciones Fatah y Hamas y los comités de reconstrucción. “También está la cuestión de la fragmentación del movimiento de mujeres, ya que la ocupación israelí impide el movimiento entre Gaza y Cisjordania”.
Frente a la ocupación, la esperanza
A partir de su experiencia, Hourie Dofesh, activista residente en Tel Rumeida en al-Khaleel (Hebrón), compartió la realidad cotidiana de la sociedad palestina que reside en este barrio afectado por la violencia de los colonos.
“Existe una restricción a la libertad de movimiento de las mujeres, ya que somos detenidas constantemente en el puesto de control. Vivimos una vida llena de ansiedad y miedo por las vidas de nuestros hijos e hijas cuando se dirigen al puesto de control. También estamos detenidas durante horas cuando el puesto de control cierra por razones de seguridad israelíes. Sin embargo, tenemos la esperanza de la constancia y la existencia”.
Los colonos ilegales israelíes llegaron a Tel Rumeida en 1984 y comenzaron a expandirse con el apoyo de la ocupación israelí y la protección de los militares.
Los ponentes del seminario terminaron de la misma forma: con una nota de esperanza y exigiendo que los garantes de derechos responsabilicen a la ocupación israelí por sus violaciones de todas las decisiones, resoluciones, pactos y documentos. Esencialmente, el remedio de todo es el fin de la ocupación.
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