mujeres mauritanas en la huerta Nerewalo

Mejoramos la resiliencia de más de 800 mauritanas

822 mujeres mauritanas, pertenecientes a 16 cooperativas agrícolas en el municipio de Moit (región de Gorgol), ya están siendo acompañadas en sus estrategias de resiliencia. Te contamos cómo.

Migrantes climáticos en Mauritania

En Mauritania, ubicado en la región del Sahel, más del 80% del territorio está cubierto por el desierto. Se trata, sin embargo, de un país agrícola y, concretamente en la región de Gorgol, al sureste, en la orilla del río Senegal, se practica agricultura tradicional y estacional. Las inundaciones de este río han conferido suelos ricos en nutrientes y una extraordinaria biodiversidad, lo que ha facilitado la producción de alimentos. Una de las razones por las cuales es de las áreas más densamente pobladas. O lo era.

Esta situación está en pleno deterioro. Los territorios ubicados en el Sahel están sufriendo, de manera exacerbada, las consecuencias del cambio climático. Las sequías de los últimos años han incrementado la presión sobre los recursos, sobre el agua, el suelo fértil, la vegetación… teniendo que acudir, en muchas ocasiones, a técnicas agrícolas que, a medio plazo, no hacen más que favorecer el mismo ciclo de la desertificación.

Abandonar las comunidades y migrar se está consolidando como opción para quienes habitan estos territorios rurales. Los hay que intentan salir al extranjero. Otra opción es la capital, Nuakchot, que sigue recibiendo, sobre todo, hombres jóvenes en busca de ingresos económicos para sostener a sus familias. En la mayoría de las ocasiones, esto no se cumple: no llegan las remesas, ni tampoco regresan los jóvenes.

¿Y las mujeres mauritanas?

Aunque cada vez más mujeres, especialmente las más jóvenes, son forzadas a seguir este camino (teniendo que asumir los fuertes riesgos asociados al género), las comunidades rurales están fuertemente feminizadas. Habitualmente, son ellas las que se quedan, responsabilizadas de asumir los trabajos reproductivos y de cuidados (menores y ancianos tampoco han migrado). Y, por supuesto, necesitan garantizar el alimento.

Las mujeres en los territorios de Gorgol saben perfectamente cómo relacionarse con la tierra y también que es más sencillo y eficaz hacerlo de manera colectiva. No en vano, las primeras cooperativas agrícolas datan de hace veinte años.

mujeres mauritanas

MAURIFEM

Alianza por la Solidaridad-ActionAid, en colaboración con nuestra socia local ARDM, acompañamos a las cooperativas que tienen más trayectoria, pero también a las más recientes que desean seguir sus pasos. De esta manera, fortalecemos las capacidades y dotamos de herramientas para favorecer una producción más resiliente al cambio climático, gracias a la adopción de técnicas agroecológicas. Esto lo hacemos en el proyecto MAURIFEM, financiado por la Generalitat Valenciana.

Creemos importante garantizar la seguridad alimentaria, que necesita ir de la mano del fortalecimiento de la estructura interna de las cooperativas (coordinación, gestión), acompañando sus procesos de empoderamiento colectivo. Es estratégico para estas mujeres rurales y sus cooperativas reconocerse como sujetas de derechos, por lo tanto, no descuidamos incluir formaciones específicas que se adaptan a sus necesidades reales y cotidianas. Gracias al reconocimiento de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales (DESCA), disponen de herramientas para liderar sus propios procesos y posicionar sus demandas también hacia el Estado.

Entre muchos otros logros, estas cooperativas ya están asumiendo el arduo y largo proceso de obtener seguridad jurídica de la tierra que trabajan. Y es que solamente el 18 % de las mujeres mauritanas son propietarias de la tierra que cultivan (CEDAW, 2020). Estas mujeres se están posicionando como sujetas de cambio en sus comunidades, garantizando el desarrollo de sus territorios colocando la vida en el centro y haciéndose menos vulnerables a la crisis sistémica que todas estamos atravesando.

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