mujeres migrantes conectando

Cambia la historia con nuestras historias: mujeres migrantes exigiendo un cambio

El pasado miércoles 19 de abril, desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid celebramos la jornada “Mujeres migrantes: conectando agendas y estrategias”. Fue en el espacio Ecooo de Lavapiés (Madrid) y sirvió de cierre del proyecto “Liderazgo de las mujeres migrantes en contexto Covid-19: garantizando el ejercicio de derechos para no quedar atrás”.

Migrar no es fácil. Hacer las maletas y marcharse a otro país es una carrera de obstáculos. Son muchos los problemas que las mujeres migrantes tienen que afrontar en su proceso de integración y diferentes formas de lucha y resistencia las que adoptan en distintos ámbitos de la sociedad.

Edith Espínola, portavoz de SEDOAC y del Movimiento Regularización Ya, llegó a España en 2009 sin papeles y sin trabajo. Solo consiguió emplearse como trabajadora del hogar. Ella denuncia el régimen de interna por opresivo:

“Trabajaba todos los días desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche, y si necesitaba acudir a una cita médica, tenía que pedir permiso a mi empleador”.

Sin embargo, gracias a la lucha constante, en los últimos años han sido muchas las conquistas de las trabajadoras del hogar y los cuidados en nuestro país. La última ha sido la aprobación del RD del 9 de septiembre que reconoce el derecho a cobrar el paro y una mayor protección frente al despido, que hasta hace poco era totalmente arbitrario.

Dos continentes, mismos obstáculos

Por su parte, Farhana Mahamud Dich, abogada y presidenta de la Asociación de Mujeres de África en Canarias, señaló la sistemática y estructural vulneración de derechos de las personas migrantes llegadas a Canarias.

La ruta migratoria canaria es conocida como la más peligrosa del mundo. Una descripción que constatan los datos de mortalidad: de hecho, según el último informe «Derecho a la Vida – año 2022» de la ONG Caminando Fronteras, por cuarto año consecutivo, esta ruta es la más mortífera con 1.784 víctimas el año pasado. La distancia del trayecto, así como las condiciones marítimas y el uso de cayucos precarios para llegar hasta las islas explican el elevado número de personas fallecidas.

Pero el infierno no termina a la llegada: las autoridades españolas no garantizan a las personas migrantes y refugiadas ni condiciones adecuadas de acogida, ni acceso a un procedimiento de asilo justo y eficiente. Farhana denuncia el hacinamiento y el sufrimiento innecesario causado por la mala gestión y la falta de capacidad de acogida en las islas: “son condiciones inhumanas”.

Otro caso de rutas migratorias también nos lo contó Rocío Gutiérrez, subdirectora del Movimiento Manuela Ramos de Perú.

El éxodo venezolano originado por la crisis humanitaria que se vive en la República Bolivariana de Venezuela ha convertido a Perú en el segundo país del mundo que recibe más migrantes venezolanos. La magnitud de la migración hacia Perú conlleva importantes problemas para las personas migrantes, sobre todo para mujeres y niñas que, al no encontrar trabajo, acaban viéndose obligadas a ejercer el trabajo sexual.

La situación ha ido empeorando en los últimos meses con la profunda crisis política y democrática que atraviesa el país, poniendo en riesgo los derechos de las mujeres, especialmente de las mujeres migrantes:

 “La sociedad exige cambios radicales, pero el gobierno piensa en sus propios intereses”.

Mujeres migrantes conectando

Por último, Brenda Bih Chi, afrofeminista, activista antirracista y fundadora de  My African Womanhood, asistió en su país natal, Camerún, a situaciones dramáticas de violencia sexual, escasez de agua potable y nula educación sexual. Todo esto la llevó a desarrollar su liderazgo permitiéndole apoyar a otras mujeres y poblaciones en condiciones de vulnerabilidad.

Todas estas luchas están conectadas. Millones de mujeres trabajan en red para avanzar en el cumplimiento de sus derechos. Estas redes de sororidad permiten conocer las situaciones diversas de las mujeres migrantes para entender mejor sus vivencias, luchas y el porqué de su trabajo para iniciar procesos de cambio que mejoren su acceso a derechos.

Es fundamental que la ciudadanía conozca, desde las propias voces de sus protagonistas, sus realidades. Así, se motivarán para sumarse a defender los derechos de las mujeres migrantes, que tanto apoyo e implicación de la sociedad necesitan.

 

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