Aumenta la violencia contra mujeres y niñas en Ucrania
Desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, estamos preocupadas por el retroceso de los derechos de las mujeres y niñas en Ucrania. Según las cifras oficiales, hay casi 8 millones de personas ucranianas refugiadas en toda Europa y otros 6 millones de desplazadas dentro del país. Se estima que el 90% son mujeres y menores; y de las personas que se han trasladado a refugios, dos de cada tres son mujeres (65%) y una de cada cuatro (25%), menores.
Tras un año de respuesta humanitaria, hemos apoyado a cerca de millón y medio de personas. También hemos constatado que, en muchos casos, mujeres y menores no están recibiendo la protección que necesitan. Se trata de salvaguardarlas física y mentalmente del abuso. Precisamente, debido al aumento del riesgo de violencia sexual y de género, pedimos que las necesidades de mujeres y niñas sean prioritarias y no “se olviden” dentro de la respuesta humanitaria.
Aumenta la violencia contra ellas
Es sabido que los conflictos y crisis afectan de manera desproporcionada a las mujeres y las niñas. En muchos casos, se ven obligadas a tener relaciones sexuales transaccionales a cambio de alimentos y supervivencia. En la crisis de Ucrania, hay informes de mujeres y niñas que “desaparecen” y la trata es un riesgo importante. Aunque no se están reportando cifras oficiales, muchas organizaciones de mujeres relatan un importante incremento en las consultas que reciben en las líneas de ayuda sobre violencia de género y violencia sexual.
Triona Pender, coordinadora regional de ActionAid para la respuesta humanitaria en Ucrania, ha subrayado:
“Existe una grave falta de servicios para proteger a las mujeres y niñas en Ucrania y brindarles el apoyo que tanto necesitan. Entre otras cosas, un aumento de la violencia significa que hay mucha más demanda de servicios de salud mental. Y, en estos momentos, estos servicios no existen y los pocos que hay están desbordados”.
Priorizar las necesidades de mujeres y niñas
Otro de los problemas que enfrentan es que, además de ser muy vulnerables a abusos mientras viajan en busca de seguridad, las mujeres y niñas no reciben la protección necesaria cuando llegan a otros destinos en Europa. Por ejemplo, las barreras en los países vecinos impiden su acceso a salud sexual y reproductiva. Las organizaciones humanitarias de los países que acogen a personas refugiadas ucranianas deben priorizar las necesidades de mujeres y niñas y estar bien equipadas para poder hacerlo, cosa que no siempre sucede.
Una de las organizaciones ucranianas con las que colaboramos, Girls, ofrece espacios seguros para supervivientes de violencia de género y presta apoyo psicosocial a niñas y mujeres afectadas por el conflicto.
Yuliya Sporysh, fundadora de Girls, apunta: “Después de haber vivido los horrores de la guerra, las mujeres y las niñas merecen atención y protección. Muchas han sobrevivido a la violencia la guerra, pero otras muchas de las que atendemos han escapado de la violencia doméstica. En este sentido, es bastante preocupante el aumento de consultas sobre violencia de género y violencia sexual que hemos recibido en los últimos meses”.
Hacemos un llamamiento a los distintos actores involucrados en la respuesta para priorizar a las mujeres, las niñas y las comunidades marginadas. Esto significa asegurarse de que todos los procesos de toma de decisiones incluyan a mujeres, niñas, jóvenes y grupos marginados, como la comunidad LGTBI+, para garantizar que sus derechos y necesidades son parte fundamental en la respuesta humanitaria.
En este sentido, el informe “Defender nuestros derechos: percepciones feministas de la respuesta en Ucrania”, publicado por ActionAid y desarrollado con 28 organizaciones locales en Ucrania, Polonia, Rumanía y Moldavia, manifiesta cómo el sistema internacional no reconoce ni promueve el trabajo de estas organizaciones que atienden a los grupos más vulnerables.
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