Reclamamos una mayor protección para las defensoras de los Derechos Humanos en Latinoamérica

Cuatro de cada diez personas agredidas por defender los derechos humanos en Guatemala son mujeres que promueven los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales en sus territorios. Para Alianza por la Solidaridad, en el Día Internacional de las Defensoras de los Derechos Humanos, que se celebra en todo el mundo el 29 de noviembre, el aumento del número de mujeres involucradas en la defensa de los recursos naturales, en especial en zonas indígenas de Latinoamérica, es fundamental para el desarrollo de las comunidades, pero a su vez pone de manifiesto el riesgo real que existe en muchas zonas en las que se encuentran desprotegidas y en las que sufren con frecuencia violencia sexual o vinculada a su género.

La persecución a quienes defienden los derechos colectivos como el medio ambiente sano, agua y saneamiento es una grave vulneración de los derechos humanos, ya que busca precisamente entorpecer los procesos de denuncia, control y exigencia de los mismos. Los datos de agresiones a lideresas en Guatemala, uno de los países en los que se detecta el grave aumento de conflictos por la defensa ambiental, pertenecen al informe de la Unidad de Protección de las Víctimas (UDEFEGUA) de este país para 2015, donde se recoge que el pasado año hubo 287 actos de violencia contra líderes y lideresas, entendidos éstos como asesinatos, amenazas de asesinatos, secuestros y malos tratos físicos. UDEFEGUA ha contabilizado en esos 12 meses un total de 157 mujeres agredidas por defender el derecho a un ambiente sano, a la tierra, el territorio y los recursos naturales.

Cabe señalar también que defensoras de la justicia y periodistas sufrieron también los embates de la violencia y la agresividad, en tanto que 20 y 15 defensoras en ambas áreas laborales fueron atacadas.

La situación en Guatemala, donde Alianza desarrolla su campaña TieRRRa, en defensa de las empresas socio-ambientalmente responsables, no es diferente a la que hay en países del entorno, donde la presión de grandes empresas y una débil presencia institucional deja desprotegidas a estas defensoras. El caso más conocido fue el asesinato de la hondureña Berta Cáceres, involucrada en la batalla contra una hidroeléctica, pero hay otras muchas mujeres en un riesgo similar.

Colombia, tras el reciente Acuerdo de Paz, es otro de los países donde el riesgo está en aumento, como reflejan los últimos acontecimientos. Sólo en el último mes, han muerto en este país Sharon Mármol (Santander) y Maricela Tombé, en El Tambo (Cauca), y Olga Quintero (lideresa en Catatumbo) ha recibido también amenazas.

Para Alianza es fundamental que se creen los mecanismos nacionales e internacionales adecuados para garantizar la vida y la seguridad de las mujeres defensoras de los derechos humanos. Con tal fin propone:

  1. Reconocer la labor que realizan para proteger y defender los derechos a pesar de que la misma la lleven a cabo, en muchas ocasiones, bajo la discriminación social y estigma, lo que provoca que su trabajo, muy necesario, sea difícil y peligroso.
  2. Garantizar que se proteja a las defensoras de derechos humanos y que se apliquen las disposiciones internacionales en relación con pueblos indígenas, derechos humanos y medio ambiente.
  3. Aunar esfuerzos para que se eviten los atentados, denuncias, órdenes de captura y procesos contra defensores y defensoras del medio ambiente, el territorio y el derecho humano al agua. Investigar las agresiones y amenazas con prontitud e imparcialidad.
  4. No aprobar o llevar a cabo proyectos económicos que entren en colisión con los derechos reconocidos a los pueblos.
  5. Elaborar y aplicar normativas que eviten los abusos de las empresas y que faciliten el acceso a la reparación de las personas afectadas en el caso de que se produzcan.
  6. Aplicar el Convenio número 169 de la OIT sobre los Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes, asegurando que se respeta el derecho a la consulta previa y al consentimiento libre e informado de los pueblos indígenas, que debe ser el primer paso fundamental para la puesta en marcha de cualquier intervención en un territorio

Alianza trabaja en 17 países apoyando a sus organizaciones con objeto de que el papel de las mujeres en el mundo sea reconocido y su voz sea escuchada, sin poner en riesgo su seguridad personal ni la de sus familias. Dentro de la campaña TieRRRa, la ONG busca llamar la atención sobre la necesidad de que las empresas sean rentables, pero responsables con los recursos y los derechos humanos cuando invierten en países en desarrollo.

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