Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables (MIMP) de Perú, en los primeros cuatros meses de 2023 fueron asesinadas 58 mujeres y niñas. Para Rocío Gutiérrez Rodríguez, subdirectora de la organización Manuela Ramos, la situación es muy problemática: “en el Perú los movimientos ultraconservadores están obstaculizando la lucha feminista”.

El movimiento Manuela Ramos trabaja desde el 1978 para fortalecer la autonomía de las mujeres y erradicar toda forma de violencia machista en el país. Su última encuesta nacional, realizada a finales del 2022, trata de recoger las opiniones de peruanos y peruanas en temas relacionados con la violencia de género y los derechos sexuales y reproductivos.

Sexualidad, reproducción y desigualdades de género

Los resultados evidencian que hay un cambio en las percepciones: el 94% de las personas encuestadas afirma que es necesario brindar información sobre anticoncepción, VIH e infecciones de trasmisión sexual en los establecimientos de salud. Si bien el Estado está en la obligación de proveer tanto información como entrega de anticonceptivos a los adolescentes, el 58% de las personas señalan que esto, en la práctica, no se cumple.

Por esto, desde Manuela Ramos han lanzado la campaña de sensibilización “¿Si la sociedad cambia porque las leyes/políticas no?”.  Rocío explica como “los lideres del conservadurismo en el Perú dicen que lo que hace la educación sexual es pervertir a los jóvenes y adelantar su inicialización sexual, pero,” – sigue – “estos discursos no tienen asideros en la opinión pública. No representan la voz mayoritaria de la población, solo representan sus interés personales, confesionales y económicos. No representan una sociedad que está pensando también en derechos”.

La persistencia de una cultura machista arraigada, donde prevalecen estereotipos de género y actitudes de desvalorización hacia las mujeres y la desigualdad en términos de acceso a la educación, oportunidades económicas y participación política perpetúan un ciclo de violencia y aumentan el riesgo de feminicidios.

“La gente lo que te dice es: yo quiero que mi hija vaya a la escuela, que no sea violentada o abusada sexualmente, quiero que mi hija aprenda a no vivir en violencia, que no tenga un embarazo temprano que pueda terminar la carrera, etc…”

La sociedad no está ciega frente las violaciones sistemáticas que sufren las mujeres, sobre todo cuando se trata de niñas y adolescentes:

“En el Perú las niñas se mueren para dar la luz antes de los 15 años, las mujeres tienen más hijos de lo que quisieran tener, hay más de 150 feminicidios mensuales, las mujeres desaparecen…”

 

Sexualidad y derecho al aborto

Rocío Gutiérrez Rodríguez, obstetra de profesión, lleva años ligada al activismo impulsando programas y proyectos para empoderar a las mujeres en el Movimiento Manuela Ramos: “hubo un quiebro en mi vida cuando me enteré como el diagnostico positivo de un embarazo era una tragedia para muchas mujeres pobres, como esta noticia las llenaba de dolor” – sigue – “el feminismo me inspiró como posicionamiento político y me dio muchas explicaciones sobre cómo funciona nuestro sistema patriarcal.”

Las feministas de Manuela Ramos luchan sobre todo para el acceso a la salud sexual y reproductiva, incluyendo la anticoncepción, el aborto seguro y legal y la educación sexual integral para todas las personas. El aborto sigue siendo ilegal en Perú, pero podemos hablar de “batalla ganada” en referencia a la anticoncepción oral de emergencia (AOE) finalmente incluida en la legislación peruana como método no abortivo y accesible a todas.

“Hay que seguir con la lucha porque se vienen nuevos cambios: en 20 años lo más que yo esperaría, es que las niñas no sean madres. Las niñas no deberían ser madres.”