Trabajando masculinidades en Palestina

Cambiar el modo en cómo vemos el mundo, y especialmente cómo asumimos estereotipos y los roles de género, es una cuestión compleja, requiere constancia y mirar desde la perspectiva de unas gafas nuevas. Sin cuestionar estos roles es difícil deconstruir las hondas raíces de la desigualdad de género y de la violencia machista. Por eso, Alianza por la Solidaridad lleva años trabajando desde un enfoque de género innovador que supera la visión de mujeres como víctimas, desde un punto de vista local e integral, y que incluye el trabajo con hombres desde la percepción de las nuevas masculinidades.

Pero ¿Qué son las nuevas masculinidades?

Durante siglos se ha construido una idea de masculinidad hegemónica: la idea de un hombre fuerte, heterosexual y de raza blanca protector, proveedor de una clase media alta, y siempre un escalón por encima de las mujeres. Pero esa masculinidad tradicional, unida a la visión patriarcal imperante en casi todas las sociedades del mundo tiene varios problemas: no se ajusta a las diferentes realidades, conduce a identidades de género insanas y es un obstáculo para el desarrollo de la igualdad y el fin de las violencias contra las mujeres. Además, la existencia de este tipo de masculinidad implica para muchas mujeres un sentimiento de inferioridad desde etapas muy tempranas, que se solidifica a través de normas sociales y estereotipos que perpetúan y limitan drásticamente el ejercicio de sus derechos.

Precisamente dar a conocer los derechos de las mujeres o los diferentes roles que tienen los hombres como agentes de cambio en el camino de la igualdad es una estrategia a expandir. Conseguirlo, es imprescindible para lograr avances en materia de protección y prevención de la violencia de género. Numerosos estudios apuntan a que entender y reconocer los diferentes roles de los hombres en las diversas formas de violencia, incluyendo violencia sexual y de género, puede contribuir a parar el ciclo de la violencia convirtiéndose en agentes de cambio y en aliados para conseguir la igualdad real.

¿Por qué es importante trabajar las nuevas masculinidades en Palestina?

En muchas ocasiones, la situación humanitaria y las resistencias culturales, sociales y políticas no han permitido avanzar en la buena dirección, y en el caso de Palestina, el conflicto amplifica las situaciones de violencia sufridas por mujeres. A pesar de la falta de estadísticas oficiales actuales, el número de mujeres asesinadas bajo el pretexto del “honor familiar” se ha incrementado significativamente en los últimos años. La última encuesta de la Oficina Central Palestina de Estadísticas (PCBS) en 2011 sobre la violencia en la sociedad palestina muestra un aumento en todos los tipos de violencia: por ejemplo el 37% de las mujeres casadas han sido expuestas a algún tipo de violencia a manos de sus parejas, el porcentaje es aún más preocupante en la franja de Gaza donde alcanza el 51,1%.  

»» Más sobre la violencia contras las mujeres en la franja de Gaza pinchando aquí

Para erradicar esta lacra, trabajamos desde el enfoque de nuevas masculinidades llevando a cabo acciones que abordan la problemática de la violencia inherente dentro de las sociedades, enfocadas a hombres de todas las edades, con y sin discapacidades. Un estudio llevado a cabo por Promundo y ONU Mujeres sobre la percepción de la masculinidad y los roles de género en Palestina en 2017 confirmaba las actitudes de desigualdad respecto al rol de las mujeres: El 80% de los hombres y el 60% de las mujeres consideran que la tarea más importante de las mujeres es cuidar de su casa y su familia. Sin embargo, también se apreciaban signos de una visión más igualitaria: menos del 20% de los hombres y mujeres consideraban “vergonzoso” que un hombre cuidara de sus hijos/as o realizara tareas domésticas. Uno de los descubrimientos más interesantes es que varios de los hombres entrevistados para el estudio que habían estado en prisión por razones políticas, subrayaron las “extraordinarias habilidades” de las mujeres para asumir todas las responsabilidades de salir adelante, mientras ellos habían estado en prisión.

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¿Cómo lo hacemos?

La estrategia de género de Alianza por la Solidaridad incluye el enfoque de trabajar las nuevas masculinidades. Para ello, se ha desarrollado un manual específico para trabajar con las organizaciones y nuestro público objetivo en Palestina. Como parte de esa estrategia se han desarrollado talleres y jornadas de formación en Gaza y Ramallah dirigidas principalmente a hombres, en las que más de un 60 % de las personas participantes ha adquirido, no solo conocimientos sobre igualdad, sino que ha aprendido a entender la importancia de deconstuir la masculinidad. Estos talleres son la semilla que da paso a un proceso durante el cual se deconstruyen los pensamientos establecidos y las actitudes, y que contribuye, después de mucho trabajo, a generar un verdadero cambio en la conducta.

Para lograrlo trabajamos en 3 niveles: Primero realizamos talleres de formación para nuestras socias, una vez tenemos personal formado este imparte los talleres al público objetivo. Esto permite que los participantes se conviertan en agentes multiplicadores y a su vez difundan los conocimientos adquiridos.

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Tras la formación, realizamos una evaluación en la que las personas que participaron, y especialmente los hombres, expresaron que después de la formación eran capaces de manejar mejor su ira, tenían más información y comprendían mejor las diferentes formas de violencia, y tenían más habilidades para resolver los conflictos de un modo no violento. En general, sentían que los talleres les habían generado cambios positivos en sus puntos de vista y en sus actitudes hacia las mujeres.

Igualmente, los propios hombres recomendaban hacer la formación con hombres jóvenes, especialmente antes de casarse para reducir la violencia contra las mujeres, ya que las actitudes de los hombres mayores son más difíciles de cambiar que las de los jóvenes. Así que nos pusimos manos a la obra, y nuestra socia el Centro Palestino de Asesoramiento (PCC) organizó un viaje conjunto entre parejas jóvenes con el objetivo de mejorar su comunicación. A lo largo del viaje, participaron en actividades y desafíos para  promover la cooperación entre hombres y mujeres, y comprender y empatizar mejor con las necesidades y deseos de los demás. El viaje les ayudó, tanto a aprender, como a desaprender cosas unas/os de otras/os: los hombres son ahora mucho más conscientes de los difíciles papeles que desempeñan sus parejas en todos ámbitos, públicos y privados.

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