Las mafias de trata usan redes sociales para captar a refugiadas ucranianas

Las mafias de trata de personas cada vez usan más las redes sociales para captar a mujeres y niños ucranianos que cruzan la frontera. Por eso, desde Alianza por la Solidaridad-ActionAid, hemos desplegado equipos móviles especializados que proporcionan información a las refugiadas y dan formación a trabajadores de ONG y funcionarios. También monitoreamos las plataformas de internet y los pasos fronterizos para detectar y evitar nuevos casos de trata y disponemos de una línea telefónica de emergencia.

Rumanía, origen de la trata

El programa, desarrollado junto a la organización rumana eLiberare, atiende un problema creciente en un país con alta presencia de redes de tráfico de personas. eLiberare es una organización rumana con amplia experiencia en la prevención del tráfico de personas. Ya antes de la guerra, Rumanía era el principal país de origen de trata laboral y sexual en Europa. Según una investigación reciente del parlamento rumano, cerca del 60% de las víctimas de trata en la Unión Europea habían sido captadas en ese país.

«Los traficantes están aprovechándose ahora de las mujeres ucranianas en riesgo, como las que viajan solas o con bebés, y están usando las redes sociales y otras aplicaciones para engañarlas”, explica Isabel Iparraguirre, coordinadora de Emergencias de Alianza por la Solidaridad-ActionAid, actualmente desplegada en Rumanía.

Mujeres y menores no acompañados, los más vulnerables

«Se hacen pasar por personas solidarias y ofrecen falsas ofertas de transporte o alojamiento a través de grupos de Facebook y Telegram«, explica Iparraguirre. También se han detectado casos de trata en aplicaciones de citas como Badoo.

Las mujeres que no tienen familiares o conocidos fuera de Ucrania, que no hablan otros idiomas y que no conocen el sistema de acogida son las que están en una situación de vulnerabilidad frente a estas redes. También lo están las y los menores no acompañados que cruzan la frontera.

“Los menores no acompañados corren un riesgo muy alto y necesitan atención especial”, explica Iona Bauer, de eLiberare. “Debido a la situación en Ucrania, pueden venir sin certificado de nacimiento. Algunos niños están declarando que son mayores de lo que son. Es importante entender que estos niños han pasado por una situación traumática y son muy vulnerables”

Es fundamental proporcionar asesoramiento a esas mujeres y menores a través de equipos especializados, que detecten y reporten casos sospechosos. Además, desarrollar planes de seguridad personales para las refugiadas. Tienen que conocer sus derechos y cómo acceder a los servicios de manera segura. “Nos desplegamos para atenderles y explicar que nunca deben favores o trabajo a cambio de ayuda. No deben dar a nadie su pasaporte o tarjeta de identificación. Han de mantener siempre sus teléfonos cargados y llamar a nuestra línea de crisis ante cualquier problema», explica Bauer.

Peligro regional

Este riesgo no es exclusivo de Rumanía. El tráfico y la explotación son grandes problemas en la región, también en Moldavia y en Polonia, donde se ha detectado un incremento en la actividad de estas redes. En Moldavia, se han reportado casos de niños gitanos desaparecidos en Palanca, cerca de la frontera entre Moldavia y Ucrania, a una hora de Odessa. Las autoridades coordinadoras de emergencias, incluidas las autoridades moldavas y agencias de la ONU, han creado un grupo específico para trabajar en la prevención del tráfico de personas gitanas.

Dada la gran movilidad de personas, reclamamos la importancia de abordar este problema desde una perspectiva regional y asegurar la coordinación entre los organismos de los diferentes países.

 

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