Yuli Ramírez: Un Pilar en la Salud Comunitaria de Playa Bazán

Ser enfermera en Playa Bazán no es solo una profesión, es un compromiso con mi comunidad.

Yuli Ramírez ha dedicado más de dos décadas de su vida al servicio de la salud en la comunidad de Playa Bazán, siendo una figura esencial en el puesto de salud. Con veintiún años de experiencia como auxiliar de enfermería, su compromiso abarca desde la atención a niñas, niños y adultos, hasta mujeres embarazadas, con un enfoque constante en la prevención y el bienestar de toda la comunidad.

Avances en salud prenatal y planificación familiar en Playa Bazán

El impacto del trabajo de Yuli es evidente en los avances en salud reproductiva que ha presenciado a lo largo de los años. Gracias a su apoyo, el 80% de las mujeres de la comunidad están protegidas mediante métodos de planificación familiar, lo que ha reducido drásticamente el número de embarazos no planificados. Anteriormente teníamos hasta cincuenta embarazadas en la comunidad; ahora solo hay cuatro, y la mortalidad materna ha disminuido significativamente”.

Uno de los logros más notables que menciona es la reducción significativa de muertes maternas gracias a la mayor conciencia sobre la importancia de los controles prenatales. Las mujeres van a sus controles, están más juiciosas que antes”, comenta, reconociendo que la educación en salud ha jugado un papel crucial en este cambio.

La sensibilización contra el maltrato y el empoderamiento de las mujeres

No solo ha luchado por la salud física de la comunidad, sino que también ha abordado temas delicados como el maltrato físico y emocional. Con sus charlas, ha ayudado a empoderar a las mujeres para que reconozcan y defiendan sus derechos. A veces las personas piensan que, por el hecho de tener una pareja, ellos son dueños de nuestro cuerpo”, reflexiona. Con su orientación, ha ayudado a muchas mujeres a reconocer el maltrato y a buscar ayuda. “Ahora las mujeres ya saben cómo reclamar sus derechos y saben dónde deben llegar a reclamarlos”.

Desafíos y resiliencia en tiempos difíciles

A lo largo de su carrera, Yuli ha enfrentado numerosos desafíos, pero ninguno tan grande como la pandemia de COVID-19. Durante ese período, se encontró trabajando sola, sin el apoyo adecuado de las autoridades sanitarias. Para mí, la pandemia fue algo muy triste. Me tocó trabajar sola”, dice con nostalgia. A pesar de las dificultades, Yuli nunca dejó de atender a su comunidad. Asumió roles que iban más allá de sus responsabilidades habituales, actuando como médica, psicóloga y enfermera para quienes la necesitaban. Me miraban como todo lo de salud”. Aun así, logró mantener a la comunidad a salvo, vacunando a sus habitantes y siendo la primera en recibir la vacuna contra el COVID-19 para dar el ejemplo.

Apoyo y mejoras en la infraestructura de salud

Además de su trabajo en salud y prevención, Yuli ha sido testigo y promotora de grandes mejoras en las condiciones de vida en Playa Bazán. A través de diversas iniciativas y la colaboración con organizaciones, la comunidad ha avanzado significativamente en temas de higiene y acceso al agua potable. “Al principio, cuando llegué aquí, la gente no tenía tanques de agua ni acceso a agua tratada. Hoy en día, las cosas han mejorado mucho”.

 

Hoy en día, Yuli sigue desempeñando un papel fundamental en la comunidad de Playa Bazán. El proyecto de Alianza por la Solidaridad, realizado con el apoyo de UNICEF, ha sido clave para mejorar las condiciones del puesto de salud, algo que ella considera una salvación. Las actividades de rehabilitación del centro de salud han priorizado mejoras esenciales, como el cambio de 70 m² de cubierta, el aumento de la capacidad de almacenamiento de agua, la aplicación de estuco y pintura, y la instalación de una nueva red hidráulica. Estas reformas han transformado el espacio, garantizando un entorno más limpio, seguro y funcional para la atención de la comunidad.

Yuli celebra estas mejoras como un paso crucial hacia una atención más digna y de calidad, que beneficiará a todas las personas de Playa Bazán. “Este proyecto ha sido una bendición para la comunidad. Finalmente, tendremos un lugar digno para atender a nuestra gente, algo que merecemos desde hace mucho tiempo”, dice con esperanza, celebrando estas mejoras como un paso esencial hacia una atención digna y de calidad.

Yuli Ramírez es el ejemplo vivo de cómo una sola persona, con dedicación y amor por su comunidad, puede transformar la vida de tantos. Su trabajo es un testimonio del poder del servicio comunitario y la importancia de la atención en zonas alejadas.

Te invitamos a ver el video que Yuli nos envió para agradecer el trabajo realizado en las mejoras de la infraestructura del puesto de salud. Sus palabras nos inspiran a seguir trabajando por el bienestar de niñas, niños y familias en el departamento de Nariño.