A pesar de estar considerado un país de renta media, todavía existen grandes brechas respecto al acceso al desarrollo y una parte importante de población se encuentra en situación de pobreza o pobreza extrema.
El Salvador es el país más deforestado de Centroamérica, un problema que, unido a la degradación medioambiental, empeora considerablemente los efectos del cambio climático y de los fenómenos naturales que provocan deslizamientos de tierras, inundaciones o pérdida de suelo fértil.
El Salvador es también el estado de América Central en el que la población tiene menor cantidad disponible de agua para su uso diario debido al deficiente aprovechamiento de los recursos hídricos, a la baja calidad de las aguas superficiales y a la ausencia de una legislación que garantice el derecho al agua de la población salvadoreña.
En El Salvador trabajamos junto a Asociación Salvadoreña de Ayuda Humanitaria PRO-VIDA y parte del trabajo en la región cuenta con cofinanciación de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
Una parte importante de población se encuentra en situación de pobreza o pobreza extrema.
Con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Alianza por la Solidaridad demanda una responsabilidad social y ambiental obligatoria frente a las empresas que destruyen el medio ambiente y los recursos naturales. Además, nuestra campaña TieRRRa, que cumple un año, ha recogido 36.000 firmas contra compañías que vulneran derechos humanos en países en desarrollo.