¿Qué queremos?

Por esto, y sobre todo este mes de junio, trabajamos por conseguir un mundo  sostenible para el presente y el futuro. Para ello exigimos:

1. Protección de las personas más vulnerables en ese contexto de crisis climática, especialmente las mujeres en países del sur global, ya que su rol está íntimamente ligado a la tierra.
2. Protección a líderes y lideresas medioambientales a través de una legislación internacional efectiva que implique la ratificación de legislación internacional como el Acuerdo de Escazú para la protección de defensores y activistas en Latinoamérica y el Caribe.
3. Un cambio de reglas en la manera en que las empresas gestionan su actividad hacia un modelo más sostenible con el medio ambiente y respetuoso con los Derechos Humanos. Por eso pedimos una ley de debida diligencia contra las malas prácticas empresariales.
4. Un modelo de producción y consumo responsable y sostenible tanto con la tierra como con las personas que habitan en ella, y una transición climática justa. Esto implica elevar los compromisos firmados en el Acuerdo de París sobre reducción de emisiones y contribuir al fondo de daños y pérdidas causado por el impacto del cambio climático en los países más vulnerables.