Alianza por la Solidaridad denuncia en Bruselas la falta de protección de los derechos de las mujeres migrantes

Con motivo de la 11º edición de los Días Europeos del Desarrollo (EDD), inaugurados ayer en Bruselas, Alianza por la Solidaridad ha exigido políticas que garanticen a las mujeres migrantes tanto su derecho a migrar como la protección frente a la violencia de género. En el primer día de estas jornadas, que continúan hoy, se ha firmado el Consenso Europeo sobre Desarrollo, un marco global común destinado a la cooperación europea para el desarrollo que, por primera vez, se aplica íntegramente a todas las instituciones de la Unión Europea y a todos los Estados miembros y por el que se comprometen a colaborar de manera más estrecha.

La UE ha señalado que este Consenso Europeo sobre Desarrollo representa una nueva visión colectiva y un plan de acción para erradicar la pobreza y conseguir un desarrollo sostenible, pero Alianza por la Solidaridad y otras ONG de la Confederación Europea de ONG de Urgencia y Desarrollo (CONCORD) manifiestan sus reservas respecto al mismo. Por un lado, celebran el énfasis que pone respecto a la erradicación de la pobreza, los derechos de las mujeres y el equilibrio de género, pero por otro se considera preocupante que la cooperación europea al desarrollo esté siendo progresivamente instrumentalizada en favor del control de las migraciones, la seguridad y el sector privado.

Alianza por la Solidaridad, con esa perspectiva, ayer presentó en Bruselas su experiencia sobre el impacto que tiene la violencia de género sobre las mujeres migrantes, en una sesión organizada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) sobre la vulnerabilidad durante el proceso migratorio.

Jara Henar, experta en migraciones de la ONG española, destacó que las mujeres migrantes llevan unas “mochilas de violencia” generadas en los países de origen, mantenidas durante el viaje de tránsito y perpetuadas en los países de destino por miembros de la propia comunidad o por instituciones públicas o privadas de las sociedades de acogida. Estas “mochilas” impactan fuertemente sobre su salud y bienestar moral y social y además las mantiene en la invisibilidad, discriminándolas e impidiendo su acceso a derechos humanos básicos, como son la salud y los derechos sexuales y reproductivos, el derecho a una vida libre de violencia o el derecho a la vivienda o el empleo.

Alianza por la Solidaridad pidió en las jornadas de la UE que las políticas de la Unión Europea y los Estados Miembro crucen los enfoques de género con los de migraciones, algo que está pendiente en el Consenso Europeo sobre el Desarrollo. También considera fundamental que se reconozca a las mujeres migrantes como interlocutoras y participantes en la toma de decisiones, políticas o medidas que afectan a su propio destino, dado que estas mujeres siguen tomando decisiones a pesar de las dificultades y encuentran estrategias de adaptación y de supervivencia.

Por otro lado, para Alianza por la Solidaridad, la continuidad de diferentes tipos de violencia sobre las mujeres migrantes en el Magreb, Oriente Medio y Europa, demuestra que los estados están priorizando el control migratorio en lugar de la protección de los derechos humanos a lo largo de las rutas migratorias.

En este sentido, señala que el Consenso Europeo del Desarrollo hace referencia al lema de la Agenda 2030 de “no dejar a nadie atrás”, pero por otro lado se observa que el carácter restrictivo de las actuales políticas migratorias europeas obliga a las mujeres migrantes a tomar decisiones y rutas cada vez más peligrosas poniendo en riesgo sus vidas. Todo ello demuestra que las instituciones no están interesadas en el bienestar de las mujeres.

Alianza por la Solidaridad considera fundamental alinear las políticas de los Estados miembros de la UE con la Convención de Estambul, que garantiza los derechos fundamentales de todas las mujeres a ser protegidas contra la Violencia de Género a nivel individual, institucional y estructural, con independencia de su situación administrativa.

Hay que recordar que los derechos de las mujeres siguen sin estar suficientemente garantizados en la UE. El Lobby Europeo de Mujeres (European Women’s Lobby, EWL) constata que una de cada tres mujeres europeas ha sufrido o sufre violencia física y/o sexual desde los 15 años, porcentaje más elevado entre las mujeres migrantes, que sin embargo son las grandes olvidadas. Para cambiar esta situación, que impide que puedan ejercer sus derechos, es preciso recoger datos que hoy son insuficientes. Se trata de un asunto que se recoge en la Agenda 2030, en la meta 17.18 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible donde se menciona la obtención de datos fiables, desagregados por género y estatus migratorio, entre otros puntos.

“Es la hora de que verdaderamente vayamos más allá de las buenas intenciones y que la Unión Europea muestre, con sus acciones políticas, económicas y sociales, su compromiso con el no dejar a las mujeres atrás”, ha señalado Jara Henar.

1 comentario
  1. Ana
    Ana Dice:

    QUE EN EL SIGLO XXI HAYA Q ANDAR AUN ASI DA COMO VERGUENZA Q NO HAYAMOS AVANZADO O NO SE ENTEREN D Q ESTAMOS EN UN SIGLO D IGUALDAD. DERECHOS. Y JUSTICIA.

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